Las tres condiciones del BCE
para que su plan de compra de deuda sea eficaz y por qué estas no se cumplirán.
Por YANIS VAROUFAKIS.
Adam Smith creía que era consustancial a
la naturaleza humana el trueque, el intercambio y el trato. Yo no estoy tan seguro de que
tuviera razón. Lo que percibo, por el contrario, es que lo que está en la esencia del
Banco Central Europeo es la vacilación, el entretenimiento y la evasión.
Desde que esta crisis comenzara, el BCE en
ningún momento ha despreciado la oportunidad de ser parte del problema. En
Julio de 2008, subió……..los tipos de interés. Un año más tarde se quedó
tranquilamente sentado mientras que Grecia empezaba su larga marcha hacia su Gólgota
particular, para entrar solo a medio gas en la batalla cuando Portugal e Irlanda
parecían también estar a punto de caer en la misma situación que Grecia. Su
patética y limitadísima intervención en el Mercado secundario de la deuda de
los países seriamente amenazados fue un ejemplo de cómo no contener los ataques
especulativos sobre la deuda en una unión monetaria. En 2011 el BCE fue el
primero de los grandes Bancos centrales en elevar los tipos de interés, tras la
caída que siguió al colapso de Lehman brothers. Ello se evidenció de nuevo como
un movimiento estúpido. Añadiendo el insulto a la injuria, en Julio de 2011 el
entonces Presidente del BCE, el desafortunado M. Trichet, se cargó el principio
de que quien especulara contra el ECB lo pagaría caro, cuando alertó a los
inversores de que si apostaban por la reestructuración de la deuda griega
perderían dinero – unas pocas semanas antes de que la deuda fuera
reestructurada !!!!.
En vista de este penoso historial, muchos
se alegraron cuando Mr Draghi sustituyó a M. Trichet, especialmente después de
que el nuevo Presidente del BCE se hiciera famoso con el plan LTRO que inyectó
en dos fases 1 trillón de euros de liquidez en el sistema, con el que compró
seis meses de tranquilidad para los políticos de la Eurozona. Por
desgracia, la eurozona estaba ya en un estado avanzado de desintegración y
echar una mano con préstamos frescos a los bancos insolventes no podía ir más
allá de eso. Mucho antes, España ya estaba en el punto de mira e Italia
empezaba a sentir el calor de la insolvencia. En un nuevo momento álgido de la
escalada de ataques a la deuda española e italiana, Mr Draghi hizo su famosa
declaración: “El BCE hará todo lo necesario para salvar el euro y, creánme, será
suficiente“. En tanto que los mercados reaccionaron con un entusiasmo
contenido, todos especulan sobre qué está dispuesto a hacer Mr. Draghi.