Por qué participar en
las primarias de Izquierda Unida Comunidad de Madrid
Desde que el pasado martes
acordamos colectivamente participar en
unas primarias cuyo reglamento no habíamos votado favorablemente en los órganos
de IUCM, son bastantes los compañeros y compañeras que, con diferentes razones,
nos abordan demandando conocer los motivos
para haber dado el paso de proponer a Julián y a Lali para encabezar las
próximas listas de IUCM a la Comunidad y al Ayuntamiento de la capital.
Estas líneas son un intento
de responder a esas inquietudes exponiendo el sentido de la opción que hemos
tomado.
No viene al caso ahora entrar
en el carácter polémico del sistema de primarias como factor de selección de candidatos,
más aún si se trata como ahora de unas primarias abiertas a los no afiliados.
No fuimos nosotros quienes propusimos el modelo si no que se trata de otro
inevitable resultado de los equilibrios surgidos en los órganos tras la
ruptura de la mayoría salida de la IX
asamblea.
Sí que resulta imprescindible
en cambio situar que el reglamento aprobado por mayoría (50 votos frente a 15 y
4 abstenciones) no reúne las condiciones
mínimas para garantizar siquiera la transparencia del proceso ni equilibrio
alguno entre las candidaturas presentadas. Los plazos están diseñados
prescindiendo de tiempo para que las asambleas pudieran hacer propuestas y se
acorta al minino el tiempo para la recogida de avales lo que viene a dificultar
cualquier intento de proponer candidatos sin el apoyo del aparato regional o el
de alguna localidad tipo Rivas, Leganés o Fuenlabrada.
Tampoco se prevé un
calendario de actos públicos de presentación y debate conjunto de los candidatos,
agrupando asambleas pequeñas y medianas por comarca y estableciendo su
obligatoriedad en las asambleas grandes,
lo que dice mucho de la escasa preocupación por facilitar la información a
afiliados y simpatizantes y por evitar que la votación sea poco más que
evidenciar las “fronteras” internas de IUCM y la predilección de uno u otro
candidato en función de la conocida inclinación del consejo local de turno.
Siendo todo esto así, y de
ahí nuestro voto en Presidencia, puede
parecer todavía más difícil comprender por qué hemos decidido estar presentes
en este simulacro de primarias diseñado para dos y claramente hostil a que se presentara un
tercero a “aguarles la fiesta”.
Se trataba y se trata de romper, ante la opinión pública y ante la propia afiliación de IUCM, la idea de que la pluralidad de esta organización no puede superar un funcionamiento binario. Que son dos las únicas opciones posibles en este proceso de primarias, aunque una sea en buena medida una construcción externa a IU y la otra, superado su envase, contenga las “viejas esencias” que hoy, tras quedar en evidencia lo desastroso de su gestión, prefieren pasar discretamente por este trago a la espera de mejor ocasión.
Se trataba y se trata de romper, ante la opinión pública y ante la propia afiliación de IUCM, la idea de que la pluralidad de esta organización no puede superar un funcionamiento binario. Que son dos las únicas opciones posibles en este proceso de primarias, aunque una sea en buena medida una construcción externa a IU y la otra, superado su envase, contenga las “viejas esencias” que hoy, tras quedar en evidencia lo desastroso de su gestión, prefieren pasar discretamente por este trago a la espera de mejor ocasión.
Posibilitar con nuestra
presentación el que los convocados a votar no lo hagan a favor de una/o por
estar en contra del otro/a y no tanto porque les convenza la propuesta que
eligen. Ese “voto útil” que tantas ocasiones de impulso ha frustrado en una
IUCM que hoy no puede permitirse una amputación de su riqueza interna, de su
pluralidad.
Y, por que no añadirlo,
aunque el programa está fuera de esta votación y todos los candidatos deberán
vincularse al mismo cuando colectivamente lo elaboremos, nuestra participación
asegura la presencia en el proceso de primarias de un discurso que no olvida
que esta crisis que tan duramente está pagando la mayoría trabajadora, no es
fruto de la corrupción de unos cargos públicos o que la quiebre del sistema
financiero no es debida a la presencia de políticos y sindicalistas en las
cajas.
Somos la garantía de que la
voz de IUCM no se va a dejar abducir por la agenda de los medios ni por la dificultad que algunos tienen en señalar
las responsabilidades de fondo.
No estará nuestro discurso entre aquellos que
dirigen la indignación en el sentido del ascensor –arriba/abajo- y sitúan que la alternativa no es cuestión de derecha o
izquierda sino de “honestidad”.
Si la izquierda, ampliamente
entendida, no somos capaces de impulsar una mayoría política en este ciclo
electoral y un acuerdo programático cuyo eje central sea la reversión de las políticas aplicadas por los
gobiernos del PP, la oportunidad que hoy tantos apuntan se tornara una nueva
frustración y, lo que es todavía peor, la consolidación de un modelo basado en
el desequilibrio social y la precariedad
para la mayoría trabajadora.
Por todo ello es por lo que
el pasado martes nos convencimos de la necesidad de participar en estas
primarias y convencimos a Julian y a Lali para que nos representen.
Carlos Gutierrez