jueves, 22 de octubre de 2015

Convergencias y confluencias, por Manolo Gamella

Convergencias y confluencias

Los términos “convergencia” y “confluencia” aparecen ahora como esenciales para la “nueva política”, pero ¿a qué responden? ¿de qué estamos hablando?

El malestar general (la “indignación”) ante las consecuencias de la crisis económica y de las políticas con que los gobiernos del PSOE y del PP la han manejado, ha alimentado un importante descrédito de los partidos, incrementado además por una creciente sensibilidad social ante casos de corrupción institucional no especialmente novedosos, pero más fácilmente relegados en tiempos de mayor prosperidad. La nueva situación ha dado auge a la propuesta, tampoco nueva, de encontrar alternativas en una confluencia ciudadana que lleve a formas de “unidad popular” planteadas como superación de la democracia representativa. Sin embargo los intereses y pensamientos de los ciudadanos son siempre múltiples y a menudo contradictorios, y los partidos surgieron con las democracias modernas precisamente como forma de representar esa pluralidad agrupando según afinidades básicas para poder actuar.

En esta situación uso de las palabras “convergencia” y “confluencia” se ha convertido habitualmente en un eslogan en el que se mezclan aspectos que una política de izquierda debería claramente distinguir:

  • El primer ámbito fundamental de convergencia política es la que tiene que darse en organizaciones estructuradas democráticamente para ser eficaces en defensa de proyectos políticos que expresen el conjunto de aspiraciones fundamentales de amplios segmentos de la población, las que históricamente se han llamado partidos. Un partido de izquierda radical (la que atiende a las raíces de las desigualdades y no sólo a sus manifestaciones) debe hacer confluir objetivos comunes de los trabajadores y de los que quienes junto a ellos pretenden una sociedad más justa.
  • Otros ámbitos de convergencia tienen que coordinarse entre el partido político y el conjunto de organizaciones y movimientos que en una sociedad abierta expresan aspectos específicos de interés para diversos grupos sociales. Para una izquierda radical el principal de estos ámbitos es el sindical que atiende a los intereses laborales de los trabajadores, pero junto a éste hay que considerar múltiples ámbitos parciales en torno a temas vecinales, ambientales, de vivienda, de consumo, de asistencia social, de cooperación, de relaciones familiares o de género, y muchos otros. Un partido político necesita implicarse con su participación activa en todos estos ámbitos, recogiendo de ellos la realidad de los problemas concretos y llevando a ellos propuestas coherentes y elaboradas. Esta implicación requiere respetar su independencia, pero al mismo tiempo mantener la independencia propia imprescindible para no quedar sometido a los vaivenes de intereses circunstanciales o contradictorios.
  • A un nivel político diferente están las confluencias con otros partidos con fines electorales o para la formación de gobiernos de progreso. Las coaliciones electorales pueden ser una necesidad, dadas las fuerzas existentes y los obstáculos del sistema electoral, pero una izquierda radical tiene que tender construir una opción propia, unificada y reconocible. Por otra parte, las participaciones en gobiernos de coalición, o el apoyo condicionado a otros, pueden ser, cuando así lo indican las relaciones de fuerza expresadas por los resultados electorales, la mejor posibilidad de dar pasos reales hacia los objetivos de izquierda y crecer en capacidad de acción, siempre que no se corten con ello las vías de avance futuras.
La confusión entre estas formas de convergencia o, aún más, su sustitución por lo que algunos llaman “significantes vacíos”, abiertos a cualquier oportunismo en aras de una imaginaria unidad popular, de los ciudadanos, de “los de abajo” o del 99%, hacen estériles para la izquierda radical las ilusiones de cambio.

Manolo Gamella

miércoles, 15 de julio de 2015

Reflexiones sobre las izquierdas españolas (y 4), por Javier Aristu

REFLEXIONES SOBRE LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS (y 4), por Javier Aristu
4.   Europa, Europa. Casi todo el mundo habla en estos días —bueno, se habla desde hace bastantes meses— del fracaso de Europa como proyecto político de unidad. Algunos dicen que la crisis de la moneda única puede estar llevando al proyecto de Unión Europea al fracaso. Angela Merkel decía en 2012 que “si el euro fracasa, fracasa Europa”. Y en esas estamos. Lo que sin duda ha sido una de las iniciativas más sugerentes y originales de la historia política de los últimos cincuenta años está a un tris de terminar sus días, o al menos de quedar golpeada y tocada durante muchos años. La crisis financiera y el cambio económico global puede significar un golpe decisivo para este proyecto. Es muy recomendable la lectura del libro de Perry Anderson, El Viejo Nuevo Mundo, por el análisis que hace de esa construcción atípica de un proyecto transnacional, y al calor del referéndum griego el politólogo francés Gaël Brustier ha desarrollado en estos días en el diario digital Slate un interesante estudio sobre el actual choque de soberanías.

Pero hablemos en pocas palabras de la responsabilidad que la izquierda europea ha podido tener en esta situación actual. No vale solo con achacar a los banqueros y los poderes económicos internacionales la responsabilidad de esta crisis europea. La Europa de los mercaderes ha sido seguramente una de las frases más repetidas en las filas de la izquierda pero no sabemos todavía cómo construir esa Europa social que tampoco se sabe muy bien qué quiere significar.

Lo primero que hay que decir es que la izquierda europea llegó tarde al proyecto de unidad europea. Tras la 2ª guerra mundial, solo una parte de la socialdemocracia europea se incorporó al proyecto de unidad económica que arranca a mitad de la década de los 50 y que, conviene recordar, surge de un núcleo de pensamiento europeísta y federalista pero que no es de izquierda; Spinelli, Schuman, Monet, el grupo de Ventotene (anterior a la década de los 50) forman parte de un pensamiento progresista, pero no del campo de la cultura de izquierda. Solo desde una cierta subalternidad la izquierda socialista y socialdemócrata francesa, belga, italiana, alemana, holandesa, se incorpora al proceso. En el caso del PSOE, inexistente como partido con influencia nacional entonces, el seguidismo europeísta no le creará problemas. La otra parte, la izquierda comunista (francesa especialmente pero también la italiana hasta los años 60) considera, desde un pensamiento bipolar y de dos potencias, al proyecto europeo como un instrumento del imperialismo. Los comunistas españoles no tenían entonces posibilidades de pensar en Europa; su obsesión era sobrevivir en una clandestinidad terrorífica. Solo a partir de mitad de los años 60, en pleno corazón del impresionante crecimiento económico de esa década, en plena revolución industrial fordista de los coches, el turismo, el consumo y lo que llamábamos entonces el “neocapitalismo”, el comunismo italiano va a romper con su rechazo y se incorporará decididamente a la estela de construir unproyecto europeo de unidad federal. El resto de los partidos comunistas seguirá la onda soviética y considerará a la CEE como imperialismo.

Reflexiones sobre las izquierdas españolas (3), por Javier Aristu

REFLEXIONES SOBRE LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS (3), por Javier Aristu
¿Y ahora qué?
5.   Y en estos momentos tan dramáticos, en el mundo, en Europa y también en nuestro país, nos encontramos con una izquierda minusválida, disminuida, sin potencia creadora, sin capacidad generativa de propuestas para la mayoría social, compitiendo por pequeños espacios del patio de juegos del colegio cuando fuera del mismo está produciéndose un inmenso conflicto social.

Podemos surgió hace  exactamente 18 meses y sigue marcando referencia electoral y política —los sondeos siguen dándole previsiones de voto en torno al 20 por ciento, lo cual significa un hecho político sin duda muy relevante, acostumbrados a los históricos resultados de IU, su al parecer precedente sociológico-electoral. Al mismo tiempo es altamente revelador la significación que tiene Podemos entre los ambientes de la izquierda alternativa —la que critica a los partidos actualmente en el sistema parlamentario— de países como Francia, Reino Unido o Italia. Cuando uno recorre ciertos medios de este color político se asombra por las lecturas que desde esos países se hace del fenómeno Podemos, estableciendo paralelos sin matices con Syriza, formación que por otra parte Iglesias no deja de jalear y con la cual él también equipara a Podemos. Para estos círculos intelectuales y mediáticos Podemos sería el único instrumento de cambio del sistema político español. Cosa que, visto con los ojos del español medianamente informado, sabemos que no responde exactamente a la verdad.

Podemos, surgido en enero de 2014, es resultado de varias frustraciones culturales y sociales más que de la efervescencia ciudadana.  En mi opinión, para definir a Podemos es indispensable valorar el aspecto generacional:  sus dirigentes tienen menos de 40 años  y la mayoría de ellos o bien militaron en formaciones políticas de izquierda radical (IU, Partido Anticapitalista) o bien en movimientos sociales de diverso tipo. Sin embargo, no lograron desarrollar carreras políticas en esas plataformas y al construir este nuevo partido, formado en su inmensa mayoría por cohortes nacidas después de 1977, en cierto modo transfieren a sus proyectos, lenguajes y propuestas, la insatisfacción de una generación que, en su opinión, no han conseguido el “éxito social” que ellos esperaban. Podemos es la expresión política de una clase media urbana frustrada en sus expectativas, que se siente también huérfana de otra revolución, la tecnológica, cultural y consumista, aquella que la iba a llevar «a la prosperidad y la cumbre de toda buena fortuna» (Lazarillo de Tormes).

Es significativo, a su vez, la cultura política que impregna a sus discursos y lenguajes: nada renovadores, nada modernos; más bien, sometidos al viejo estilo leninista de minorías y mayorías sociales, vanguardias y masas (ciudadanía), teoría de unos intelectuales preclaros y seguimiento de la militancia de esos preceptos. Todo, evidentemente, rodeado por un complejo de significantes relacionados con el populismo más veterano.

Otro detalle no menos importante de lo que revela la actualidad y éxito de Podemos es la ausencia de cualquier referencia al conflicto entre trabajo y capital. Para los líderes de Podemos este engranaje de la lucha social, de existir,  se halla oculto bajo el más relevante conflicto entre Pueblo y Casta. Todo ello nos aporta un dato más de la derrota de la izquierda ligada al trabajo. Hoy, lo repetimos una vez más, el mundo del trabajo se ha quedado sin referentes políticos en España, y Podemos más que apostar por este vector lo que va a hacer es difuminarlo en un viejo populismo, donde no hay clases ni tensiones sociales, solo un Pueblo que quiere liberarse de una Casta.

Es obvio que en los últimos años han tenido que producirse en España procesos de cambio social significativos como para dar lugar a estos fenómenos políticos y culturales como los de Podemos y otras fuerzas electorales. Y la izquierda ha sido seguramente un invitado de piedra en los mismos. Ahora bien, ¿es esta la última escena de una película que va a terminar? ¿Desaparecerá la izquierda política del mapa español a favor de este tipo de partidos transversales, sin programa social, hechos para ganar votos de la protesta amorfa y desorganizada? En mi opinión, Podemos no es una salida de largo aliento, no contiene en su interior ni en sus capacidades un proyecto a largo plazo. Es posiblemente gaseosa que cuando se le vaya el gas perderá fuerza. Y entonces habrá que contar desde la izquierda con una expresión política seria, coherente, ambiciosa en las ideas y consistente tanto en lo programático como en lo organizativo. No sé si entonces será posible hallarla.

¿Cómo reconstruir ese instrumento útil para ayudar a salir a la gran mayoría de este agujero de depresión y crisis? Paso a exponer algunos elementos que me parecen interesantes para ese objetivo:

Nunca digas “ahora o nunca”, por Daniel Kaplún

Nunca digas “ahora o nunca”, por Daniel Kaplún
Transcurrido algo más de un mes desde su celebración, ya se han escrito (y se siguen escribiendo) ríos de tinta sobre los resultados de las pasadas elecciones municipales y autonómicas. No pretendo, por lo tanto, incorporar nuevos elementos al respecto, sino más bien sintetizar, de forma crítica y personal, las distintas aportaciones que se han ido volcando en los numerosos artículos publicados, y las iniciativas y reacciones políticas que se han ido generando a lo largo de estos días.


1.    El bipartidismo está tocado, pero no hundido
En el acumulado nacional de las elecciones locales, el PP obtuvo un 27,05%, y elPSOE un 25,02%, lo que viene a representar en conjunto un 52,07% de los votos válidos para el llamado “bipartidismo”.
A nivel autonómico, considerando el acumulado de las 13 comunidades en las que se celebraron estas elecciones, los resultados son aún menos rupturistas: el PP un 30,45%, el PSOE un 24,83%, lo que viene a sumar un 55,28% para el dúo de la alternancia tradicional.
A la vista de estos datos, no puede afirmarse que el bipartidismo esté acabado, y menos aún si lo comparamos con los votos obtenidos en las anteriores elecciones europeasPP, 26,06%PSOE, 23%acumulado de ambos, 49,06%. Es decir que no sólo no ha seguido retrocediendo, sino que ha recuperado parte del terreno perdido desde 2011. Y, lo que es aún más grave, nos guste o no, el PP sigue siendo la fuerza más votada en el conjunto del territorio nacional, pese a los recortes, la corrupción, las privatizaciones, la precarización, el desempleo y todas las demás responsabilidades que se le puedan atribuir (con toda razón, pero con efecto electoral cuando menos insuficiente).
La mayor o menor habilidad de la izquierda para tejer alianzas (entre sí y con otras formaciones) en cada territorio concreto va consiguiendo que el PP pierda una parte importante de su poder territorial, pero de ningún modo por la fuerza de una única organización, por más ciclónica que ésta haya pretendido ser (o lo haya aparentado, al calor de los sondeos de intención de voto publicados).
2.    Y Podemos no puede
Porque, entre tanto, los resultados obtenidos en las autonómicas por Podemos, el partido del “ahora o nunca”, tienden a sugerir que, en contra de lo que predica su slogan, “el momento NO es ahora”: un 14,16% en el acumulado de las 13 comunidades, es decir algo muy similar a lo que los sondeos pronosticaban para Izquierda Unida antes de la entrada en escena de la organización del círculo morado.
A nivel municipal, como es sabido, la comparación es prácticamente imposible, puesto que Podemos no se ha presentado con su propia marca, y sus organizaciones locales, cuando se han implicado, lo han hecho en candidaturas mixtas, de composición y forma jurídica extremadamente variadas, lo que imposibilita cualquier acumulación.

Reflexiones sobre las izquierdas españolas (2), por Javier Aristu

REFLEXIONES SOBRE LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS (2), por Javier Aristu
[Continuamos la publicación de esta serie de apuntes sobre la situación y perspectivas de la izquierdas españolas]

3.    Una de estas razones que explicarían ese discutido y discutiblefracaso, y que tiene que ver con un componente decisivo de las izquierdas española (el PSOE), es la obsesión por adaptarse a las circunstancias, por construir un modelo de gobierno basado exclusivamente en la gobernabilidad, donde por tanto solo se ponen sobre la mesa las referencias políticas o partidarias, es decir, el juego de fuerzas parlamentarias que permiten gobernar, excluyendo de esa perspectiva al resto de los protagonistas sociales y políticos, llámense sindicatos, organizaciones sociales diversas, y otras, e ignorando cualquier apuesta por una verdadera transformación de esas correlaciones en el terreno social. Y si existe un proyecto social es porque esté ligado a la referencia electoral, es decir, quién me vota y por tanto, para quién debo actuar a fin de que me siga votando. Clientelismo y adaptación al medio son la forma de sobrevivir como fuerza política, siempre centrados, siempre moderados, siempre siguiendo la moda… que en este caso la marca, obviamente, el verdadero poder, ese conglomerado de bancos, instituciones, medios y centros de opinión que inundan la sociedad con su catarata de ideas y de propuestas. Si se sigue la cadena de ministros de Economía y de Industria, de dónde procedían y dónde han terminado tras su paso por los gobiernos de Felipe González o de Rodríguez Zapatero, me entenderán mejor.

El único gran proyecto socialista ha sido el de la modernización de España. Pero ¿qué es modernización? ¿Es toda modernización positiva? Otra vez el asunto del lenguaje que nos confunde, nos distrae de los verdaderos objetivos. Es evidente que la modernización española dirigida por Felipe González se convirtió en marca emblemática de nuestra imagen ante Europa y el mundo. Aquella consistió fundamentalmente, en mi opinión, en 1) instalar y ampliar un sistema de cobertura estatal que cumpliera las expectativas de derechos y de desarrollo de los ciudadanos. Me refiero especialmente al sistema educativo, al sanitario y al de pensiones que han venido en llamar nuestro estado del bienestar. 2) facilitar y dar cobertura estatal y legal al desarrollo de una fracción del capitalismo español al que le interesaba penetrar en el marco europeo y formar parte de ese diseño transnacional. Para ello no dudó en iniciar y potenciar políticas de reconversión industrial y sectorial pero que más que reconversión fueron un auténtico hachazo a la planta industrial española. A su vez, acometió la tarea que la UCD y los gobiernos del tardofranquismo no pudieron hacer: desmantelar el aparato público industrial (el INI) y trasvasar las partes más jugosas y productivas a la banca y a los sectores económicos que le apoyaban, fueran estos vascos, catalanes o madrileños. 3) acelerar la entrada en las instituciones de Europa, cediendo en aquellos sectores como la agricultura y la industria a cambio de un fin mayor como era formar parte de esa institución ideal. Como ven, los tres puntos que he destacado pueden ser discutidos, debatidos y tratados hasta la eternidad, y desde ángulos diferentes, pero forman sin duda parte constituyente de ese modelo modernizador del que el PSOE tanto sigue vanagloriándose. Se olvida que la sociedad, de forma autónoma y no porque lo mandase el poder político, ya estaba en los años 70, y más en los 80, con potencialidades “modernizadoras” que superaban al propio diseño político-estatal y que dio sus frutos en esa efervescencia social y cultural de la década de los 80. En todo ese marco “modernizador” no podía faltar el distanciamiento hasta límites insospechables en 1977 respecto del mundo del trabajo. Uno de los rasgos fundamentales que caracterizan a esta fase de la historia política española es precisamente esta, la ignorancia por parte del partido socialista respecto de la base social de la que nació en 1879. La fractura entre el PSOE y la UGT a partir de 1988 es solo una foto parcial, aunque muy importante, de esa mutación genética desarrollada en el PSOE que le ha llevado en estas décadas de ser un partido del trabajo, de los trabajadores, nacido en ese universo cultural, a configurarse como un partido atrapatodo, representante de una izquierda lifestyle, superficial en ideas y sin proyecto nuclear relacionado con las transformaciones de ese mundo del trabajo. Los gobiernos, los lenguajes y las políticas del ciclo Rodríguez Zapatero son buena culminación de ese tránsito histórico que no sabemos a dónde definitivamente le puede llevar pero que ha supuesto pocas cosas de positivo para los trabajadores españoles.

Reflexiones sobre las izquierdas españolas (1), por Javier Aristu

REFLEXIONES SOBRE LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS (1), por Javier Aristu
Comienzo estas notas de verano pocas horas después de que se conozcan los resultados del referéndum griego. El NO ha ganado claramente y nos sitúa a todos los europeos ante un nuevo ciclo, sin duda. Lo que queda por delante es un proceso difícil y tortuoso, como la ha sido hasta ahora, pero el referéndum de ayer pasará a la historia de los buenos referentes. Son muchas las lecciones, contradictorias algunas entre sí, las que se deducen de esta convocatoria ganada por el pueblo griego frente a la tecnoestructura política europea. Tiempo habrá, confiemos en ello, de analizarlas y seguir su desarrollo. Mientras tanto, hablaremos de la izquierda española, inmersa en un nuevo remolino del que todavía no sabemos cómo saldrá.

La invitación que recibí de amigos madrileños de Espacio Plural para participar en un foro de debate que acaban de iniciar en la localidad serrana de Cercedilla, más un conjunto de noticias y acontecimientos que tienen que ver con el pasado reciente de una parte de la izquierda española y el incierto devenir tras las elecciones municipales del pasado 24 de mayo, me incitan a poner por escrito algunas de las reflexiones que he ido teniendo tras estos hechos. Estas líneas que siguen las redacté precisamente para aclarar las ideas que iba a exponer el pasado 3 de julio ante unos 70 cuadros de IU de Madrid Región, teóricamente expulsados junto a otros 5.000 por la actual dirección federal. Me invitaron a exponer lo que yo pienso acerca del momento actual y así lo hice, acompañando en la mesa de intervinientes a Luis García Montero y Rafael Reig, entre otros. En una mañana de sofocante calor, en el pueblo donde se fraguó hace ya treinta años Izquierda Unida, hablé a unos militantes muy afectados por la situación de su partido. Sé que lo allí expuse y aquí reproduzco gustó a algunos y disgustó a otros, como no podía ser de otra manera. A todos les agradezco la sinceridad que tuvieron al manifestar sus opiniones porque creo que es una condición básica para salir del actual momento con mejores bríos. Aquel auditorio mostraba lo que es hoy una parte de la izquierda organizada: cuadros voluntariosos, con mucha experiencia de gestión y de activismo social, pero desconcertados y humillados ante los resultados del pasado 24 de mayo y decepcionados con la dirección de su formación política que, de forma autoritaria, los ha disuelto por decreto.

martes, 16 de junio de 2015

“Espacio Plural”, colectivo de IU en la Comunidad de Madrid, rechaza la desvinculación de IUCM porque viola los estatutos federales, los derechos democráticos de la afiliación y agrava y prolonga los problemas de IU en Madrid, poniendo en peligro los resultados electorales.

ESPACIO PLURAL”, COLECTIVO DE IU EN LA COMUNIDAD DE MADRID, RECHAZA LA DESVINCULACIÓN DE IUCM PORQUE VIOLA LOS ESTATUTOS FEDERALES, LOS DERECHOS DEMOCRÁTICOS DE LA AFILIACIÓN Y AGRAVA Y PROLONGA LOS PROBLEMAS DE IU EN MADRID, PONIENDO EN PELIGRO LOS RESULTADOS ELECTORALES.

El colectivo “Espacio Plural”, integrado por afiliados y afiliadas de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid, ha celebrado un encuentro amplio y abierto, de cuyas conclusiones quiere informar a la afiliación de Izquierda Unida en Madrid y en el resto del Estado, a la ciudadanía y a los medios de comunicación:

1.- “Espacio Plural” rechaza radicalmente la desvinculación de Izquierda Unida de su organización en la Comunidad de Madrid porque viola los derechos políticos de la afiliación y los principios establecidos en los propios Estatutos federales, que concretan derechos constitucionales fundamentales. Se incumplen, entre otros, los principios IV, de Federalidad y V, de Pluralidad y sus desarrollos estatutarios; de los derechos y deberes de los afiliados y afiliadas y de las funciones y competencias de las Asambleas de base, cuya soberanía es el fundamento organizativo de IU y donde se vinculan en el trabajo y el debate sus afiliados y afiliadas.

2.- La llamada desvinculación de hecho significa la expulsión de aproximadamente 5.000 militantes que deberán reafiliarse, es decir, que pierden su afiliación. Es un hecho que no tiene precedentes en ninguna organización política española y es ajeno por completo a la cultura de la izquierda y, específicamente a la de IU. Espacio Plural anuncia que impulsará el recurso contra esta decisión ante los órganos de garantías democráticas de Izquierda Unida federal, sin perjuicio de las acciones judiciales que correspondan en petición de amparo ante la violación de derechos constitucionales fundamentales.

3.- Pero las principales consecuencias de esta medida son de naturaleza política. Partimos del reconocimiento de los errores cometidos por sucesivas direcciones de IUCM desde hace muchos años, en los que han participado bastantes de los que parecen haberlos descubierto a partir de noviembre de 2014. Y hemos defendido desde hace tiempo la necesidad una regeneración política de IUCM y la realización de una Asamblea Extraordinaria con la participación de todos que devolviera la palabra y la decisión a la afiliación.

La resolución del Consejo Político Federal es fruto de un cierto hartazgo, en el conjunto de IU, de la “cuestión Madrid”, consecuencia de la difusión de un relato falsario construido desde hace meses con intenciones evidentes ya hoy y que no se circunscriben a Madrid.

Se quiera o no, se confiese o no, la medida de desvinculación no zanja el problema de Madrid, sino que lo agudiza y lo prolonga en el tiempo. Como se ha dicho en un artículo en la prensa, se ha sembrado sal para IU en la Comunidad de Madrid. Como ejemplo, baste señalar que en la comunicación que sobre la resolución del Consejo Político Federal que firman la Secretaría de Organización y la de Comunicación se establecen nuevas exigencias que no forman parte de la resolución aprobada y que redoblan el carácter humillante de la reafiliación y su formato inquisitorial.
Además, se deja sin cobertura ni referencia política a 159 cargos públicos elegidos en las últimas elecciones municipales.

Los muñidores de esa salida han apostado por alcanzar la máxima debilidad orgánica de IU para que se tenga que aceptar una posición subalterna ante cualquier negociación electoral, acomodarse a soluciones individuales y renunciar, tras las elecciones, a seguir jugando un papel central en la izquierda, en la unidad popular, en la lucha por la hegemonía, en la movilización obrera y popular y en la superación de la sociedad capitalista.

Ese proyecto no es una elucubración. Ha sido reseñado en los medios de comunicación, difundido en artículos de prensa y expresado desde la tribuna del Consejo Político Federal. En la fase actual, está creando las bases orgánicas para que cualquier debate en una futura Asamblea sea ya trabajar sobre hechos consumados. A estas alturas no se puede alegar ignorancia.
Nosotros no nos resignamos

Por eso, seguimos defendiendo una solución política democrática para Madrid, en base a los siguientes criterios:
  1. Tomar medidas inmediatas para que se reúnan todas las Asambleas de IU en la Comunidad de Madrid en aplicación de su carácter soberano reconocido por los Estatutos Federales de IU y adopten las decisiones necesarias para continuar el trabajo político y organizativo necesario y notablemente el apoyo a las Marchas de la Dignidad y otras movilizaciones como las de los trabajadores de Coca Cola, Movistar, etc.
  2. Llegar a un acuerdo político con IU federal para garantizar el papel, competencias y funciones de todas las Asambleas de base, de acuerdo con los Estatutos de IU federal.
  3. Recomendar a todos los grupos municipales que se constituyan con la denominación “Grupo Municipal Izquierda Unida…” seguido del nombre de la localidad de que se trate. En caso de otros nombres de la candidatura, una denominación equivalente.
  4. Espacio Plural no participará en la creación ni en el mantenimiento ni desarrollo, si ya estuviera creada, de ninguna formación política al margen de Izquierda Unida.
  5. Espacio Plural reitera su disposición al dialogo con los órganos de IU federal, acogiendo el llamamiento del Coordinador general a los afiliados de Madrid enunciado en su intervención de cierre en el Consejo Político Federal, pero sin dejar de señalar que esa disposición es antigua y no ha encontrado reciprocidad hasta ahora. A mismo tiempo, manifestamos nuestra voluntad de trabajar por lograr la unidad más amplia en Madrid en favor de una solución política, digna y democrática, la regeneración de la organización, el logro de candidaturas de unidad popular construidas desde abajo y con el acuerdo de la militancia, tal como aprobó el pasado Consejo Político Federal, y la devolución a la afiliación, en una Asamblea Extraordinaria a celebrar lo antes posible, la capacidad de decisión sobre la política y una nueva dirección.

Madrid, 15 de junio 2015.

domingo, 14 de junio de 2015

Carta/Declaración ante los afiliados y afiliadas de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid

Carta/Declaración ante los afiliados y afiliadas de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid

Los compañeros y compañeras de IUCM que debatimos en torno a “Espacio Plural-Avanza por la izquierda” comunicamos nuestra posición ante la grave situación que atraviesa Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid.

En un comunicado anterior ya recogíamos una reflexión crítica y, sobre todo, profundamente autocrítica, de la derrota electoral sufrida en el Ayuntamiento de Madrid y en la Asamblea de la Comunidad Autónoma en estas elecciones. Pero no consideramos que nuestras posiciones políticas hayan sido desautorizadas. Al contrario.

Hoy, no obstante, el problema es de una envergadura mucho mayor que una derrota electoral. Se trata de la pervivencia del espacio político de IU en Madrid, de su presencia institucional (incluidos sus diputados en el Congreso) y de la capacidad para articular e impulsar la lucha del movimiento obrero y de los movimientos sociales hacia la superación de la sociedad capitalista a través de un programa propio e identificable.

Determinados sectores de la organización quieren romper la vinculación política y organizada de Izquierda Unida federal con IUCM y buscan el acuerdo de la Dirección Federal, mediante una fórmula que llaman desfederación o desvinculación.

Esa fórmula no es posible, simplemente porque no existe. Nuestros Estatutos son extremadamente cuidadosos en estos temas, tanto cuando establecen el Principio de Federalidad, uno de cuyos apartados básicos es el establecimiento de “un mecanismo para resolver los conflictos competenciales, basado en el agotamiento de las posibilidades de acuerdo sobre la base del mantenimiento del proyecto y la organización común”, como cuando lo desarrollan en los artículos 8 y 9. Aparte de ello están los derechos de la afiliación y las competencias de las asambleas de base.

En cualquier caso, la ruptura unilateral del Pacto Federal no es posible sin el acuerdo de una Asamblea y la Reforma de los Estatutos de IU federal.

Pero, aparte de lo dicho anteriormente, el problema fundamental es político.

Estamos de acuerdo en que es precisa la regeneración de IUCM. Estamos de acuerdo en lo aprobado en la Presidencia Federal de IU: crear las condiciones para que todos los que se referencian en IU puedan militar normalmente y puedan volver todos los que se han marchado y lo deseen.

Pero todos sabemos que eso no es posible con una decisión administrativa. Quienes insisten en medidas de ordeno y mando no están buscando la superación de la confrontación y la generación de un nuevo ambiente de acción política, sino la perpetuación de los problemas para justificar la creación de nuevos actores políticos como aparece en documentos de “Cambiar Madrid”. La generalización de la experiencia “Ahora Madrid” es ese intento de nueva fuerza (supuestamente superadora de IU, pero construida a partir de hechos consumados y no de un debate político)

Por eso, Espacio Plural reclama un acuerdo político, con el consenso más amplio posible, democrático y respetuoso con los derechos de la afiliación (que es una afiliación de Izquierda Unida y no de ningún bando), que garantice el esfuerzo y la determinación común para garantizar el fortalecimiento del proyecto de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid y obtener los mejores resultados electorales en Madrid.

Ese consenso debe originar una comisión gestora plural, con participación federal, que sea ratificada por el Consejo Político Regional, con su composición plena elegida en la IX Asamblea Regional de IUCM, garantizando así la continuidad en el proyecto y en la organización que reclaman los Estatutos federales (por lo que parece sólo rota a partir de mediados de noviembre de 2014). Se deben tomar medidas complementarias para organizar la campaña electoral en Madrid con criterios de eficacia.

Esto es especialmente importante cuando la construcción de candidaturas de unidad popular para las próximas elecciones generales será un proceso difícil, dadas las primeras reacciones de otras fuerzas ante la propuesta de IU.

Y es especialmente trascendente si se está de acuerdo con la concepción de una unidad popular que va más allá de las elecciones. Hay vida después de noviembre y hay necesidad de seguir impulsando organizadamente la movilización alrededor del papel articulador y determinante de la contradicción capital/trabajo.

¿Cómo vamos a avanzar en la unidad popular sin unidad interna?


ESPACIO PLURAL

NOTAS SOBRE ESTRUCTURA FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA Y DERECHOS DE LA AFILIACIÓN.

NOTAS SOBRE ESTRUCTURA FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA Y DERECHOS DE LA AFILIACIÓN.
  1. INTRODUCCIÓN.
Ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre la posible adopción de medidas por parte del Consejo político federal de IU que afectarían a la posición jurídica y estatutaria de IU Comunidad de Madrid y, esencialmente, a los derechos de sus afiliados y afiliadas, se considera indispensable presentar al Coordinador Federal, al Secretario de Organización y al Coordinador de la Presidencia una serie de precisiones preliminares a este respecto, que podrán o no ser desarrolladas en profundidad a la vista de las decisiones que se tomen finalmente, así como fundamentar en su caso las acciones jurisdiccionales que se estimen necesarias para la protección y amparo de los derechos fundamentales que eventualmente fueran lesionados en su consecuencia.

Como primera aproximación, se debe recordar que el marco jurídico bajo el que se desenvuelve el conjunto de relaciones orgánicas en IU tiene como núcleo básico el ejercicio del derecho de asociación, es decir, un derecho fundamental conforme al artículo 22 de la Constitución española, y de protección reforzada de acuerdo con el artículo 53 del texto constitucional.

Conviene subrayar la importancia de esta primera aproximación, puesto que la violación de un derecho fundamental por una organización que hace de la promoción y defensa de los derechos fundamentales uno de sus principios vertebradores sería un signo de incoherencia ante la ciudadanía, absolutamente imposible de asumir por IU ante la sociedad.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Posición de Espacio plural-Avanza por la izquierda ante las resoluciones de la Presidencia y Consejo Político federal de IU.

Posición de Espacio plural-Avanza por la izquierda ante las resoluciones de la Presidencia y Consejo Político federal de IU.

Ante las diversas resoluciones adoptadas en los órganos federales de IU, Espacio plural expresa la siguiente posición que fue la defendida en los debates y votaciones que tuvieron lugar en las sesiones plenarias de dichos órganos los pasados 20 y 21 de Febrero:

1.- Hemos considerado que la decisión de la presidencia federal sobre los portavoces de IUCM en la Asamblea y Ayuntamiento de Madrid ha vulnerado derechos y garantías de afiliados y no contempla la federalidad de IU, al no disponer de competencias para lo aprobado y ser insuficientemente fundamentada por el expediente. Al igual que defendimos en otro caso en el que IUCM tomó una decisión análoga que violentó derechos, respaldada por los hoy perjudicados, Espacio Plural considera que IU e IUCM deben responder ante cualquier actuación susceptible de sanción ajustándose a la política y a la legalidad estatutaria.

2.- Hemos dado nuestro apoyo al candidato a la presidencia del gobierno Alberto Garzón emplazando a que sea el candidato de toda Izquierda Unida demandando que la proyección pública de su candidatura integre todas las expresiones de la pluralidad política y territorial de IU desde el respeto a las diferentes posiciones y la defensa de la legalidad estatutaria de IU y de sus organizaciones territoriales federadas.

3.- Apoyamos la resolución sobre convergencia electoral para la configuración de espacios de acuerdo con otras fuerzas políticas y sociales, sobre la base de la coalición electoral como fórmula jurídica y política general y valoramos la recepción y aprobación de la enmienda presentada por nuestra parte conforme a la la cual las excepciones previstas para una serie de localidades, entre ellas Madrid ciudad, deberán refrendarse tanto en su proceso como en su resultado por la totalidad de la militancia residente en la localidad de que se trate. En todo caso manifestamos nuestra crítica a la forma de desarrollo del debate por la secretaría de convergencia y nos reiteramos en que el consejo político federal como máximos órgano entre asambleas es el marco democrático donde residenciar con el tiempo y  transparencia imprescindible estas decisiones y no en comisiones de trabajo.

4.- Nos identificamos con el informe presentado por el coordinador general, Cayo Lara y lo apoyamos en su totalidad.

5.- Entendemos que el informe sobre estrategia electoral es susceptible de ser ampliamente mejorado y completado a partir no solo de una mejor base empírica y analítica sino del establecimiento de una relación más sólida entre sus conclusiones y la acción política general.

6.- Llamamos a la responsabilidad de aquellos compañeros y compañeras que han dejado de participar en la vida regular de IUCM, cuestionando la legitimidad de sus estructuras, y a su plena reincorporación y normalización en las relaciones orgánicas, asimismo pedimos de toda IUCM la unificación de las relaciones con los medios de comunicación, en cuanto a las declaraciones y posiciones diversas, en el marco de un acuerdo plural a partir del cual sea la única voz de IUCM la que se escuche por la mayoría social trabajadora de nuestra Comunidad.

7.- Valoramos la necesidad urgente de elegir la candidatura a la Comunidad de Madrid con la máxima responsabilidad y considerando que tanto la candidatura, como el programa y la claridad en la política de alianzas constituyen el vértice prioritario a abordar de inmediato por IUCM para la presencia de la mayoría social trabajadora en el eje de la política alternativa a la derecha y al Partido Popular.

martes, 17 de febrero de 2015

LA ESTRATEGIA DE VAROUFAKIS. Por Michel Feher

LA ESTRATEGIA DE VAROUFAKIS ( PUBLICADO EN CTXT Lunes, 16 de Febrero de 2015 ).


Sea cual sea el resultado del enfrentamiento entre el Gobierno griego y las instituciones europeas, al menos habrá permitido trazar el perfil de una izquierda adaptada a los retos del capitalismo financiarizado. Y el primer nombre propio de ese perfil es Yanis Varoufakis, el ministro de Finanzas del Gobierno de Alexis Tsipras. Hasta ahora, el electorado de izquierda sólo podía elegir entre dos opciones: unos partidos socialistas que, para parecer modernos, asumen, con más o menos audacia, las consignas neoliberales, y unas formaciones que permanecen fieles a sus ideales de antaño pero que, para revitalizarlos, esperan, con más o menos paciencia, la improbable vuelta del mundo fordista.

Es indudable que los representantes de la izquierda auténtica no tienen buen recuerdo del periodo del capitalismo industrial, incluida la edad de oro con que terminó. Pero, al menos, era un tiempo en el que se sabía cómo oponerse, tanto a la patronal como a sus acólitos en la clase política. La oposición en el frente social tenía forma de duras negociaciones entre trabajadores y empresarios, lo que en el Frente de Izquierda se denomina aún establecer una “relación de fuerza”. Para negociar en condiciones favorables, los sindicatos recurrían a la huelga o a grandes manifestaciones, mientras que la patronal se dedicaba a chantajear con el empleo. Los intereses, necesariamente en conflicto, de asalariados y empresarios fundamentaban también la polaridad del campo político en el que unos y otros podían contar con partidos consagrados a sus causas.

En esa época, el mercado de trabajo constituía el lugar por excelencia de los conflictos sociales y de la creación del valor económico. Del precio que se atribuía a la fuerza de trabajo dependía el reparto de la plusvalía entre asalariados y dividendos, de suerte que la capacidad de negociarlo al alza era fundamental para hacer que la economía capitalista fuera más igualitaria, por no decir para minar sus cimientos, puesto que, según Marx, la supervivencia del sistema pasaba por una explotación creciente de los trabajadores.

Pues bien, precisamente para escapar a esa suerte funesta, el capitalismo se reinventó a comienzos de los años ochenta. En efecto, en unos pocos años, su centro de gravedad se desplazó del mercado del trabajo, es decir, el lugar en el que la fuerza de trabajo se constituye en mercado, a los mercados financieros, es decir, el lugar en el que las  iniciativas se convierten en activos. Dicho en otras palabras, a partir de entonces no son tanto los empresarios como los inversores quienes gobiernan. Los primeros siguen, sin duda, obteniendo beneficios, es decir apropiándose de una parte del producto superior a los gastos mediante la reducción de los costes laborales. Pero deben plegarse a las exigencias de los segundos, pues tienen la prerrogativa de conceder créditos, es decir, de seleccionar las empresas que merecen ser financiadas.

viernes, 6 de febrero de 2015

Grecia y Draghi, ¿dos rupturas?, por Albert Recio Andreu

Grecia y Draghi, ¿dos rupturas?

I
Enero ha traído dos cambios importantes en la política comunitaria, aunque de signo bien distinto. Uno es el anuncio de la masiva compra de activos financieros por parte del Banco Central Europeo. El otro, la victoria electoral de Syriza y el inmediato anuncio por parte del nuevo Gobierno griego de su voluntad de impugnar la política de rescate y la adopción inmediata de medidas que van en esta dirección, como el aumento del salario mínimo, el bloqueo de la privatización de actividades básicas y la readmisión de empleados públicos. Aunque el alcance de las medidas es bien distinto, ambas suponen un cuestionamiento de alguno de los dogmas que la hegemonía neoliberal-alemana había impuesto hasta el momento. Se trata de cuestiones de ámbito y repercusiones diversas, por esto trato de analizarlas por separado, aunque en la reflexión final intentaré buscar alguna conexión.

II

Lo que Draghi ha propuesto es un plan de compra mensual, del orden de 60000 millones de euros, de activos financieros durante 18 meses, que podrían prorrogarse; un total que supera el billón de euros. Supone insuflar una enorme cantidad de dinero en los mercados financieros, comprando tanto títulos públicos como privados. ¿Qué se espera con esta política? Puede pensarse tanto en efectos directos como indirectos.

Entre los primeros, los más claros son que ello facilita la financiación tanto de la deuda pública como de las empresas beneficiadas por las compras de títulos. Esta entrada de dinero tendrá el efecto previsible de seguir bajando el coste de financiación de estados y empresas, lo que en el primer caso puede además permitir aligerar el “servicio de la deuda” (el pago de intereses a los tenedores de deuda pública). Se espera que este abaratamiento permita a estados y empresas aumentar su capacidad de ahorro y la posibilidad de amortizar aceleradamente parte de su deuda. Sin embargo como la política está diseñada para comprar una proporción de títulos parecida a la aportación de cada país ello supone que estas ventajas favorecerán por igual a todos los países, aunque se puede esperar que esta oleada de financiación barata influya sobre el conjunto del mercado financiero y todo el mundo se vea gratificado con una financiación fácil y barata.

Se supone que esta política puede tener también importantes efectos indirectos. De una parte la oleada de dinero que se inyecta a la zona euro debe provocar su depreciación frente a otras divisas. La devaluación favorece las exportaciones a países fuera de la zona euro y ello posiblemente tenga más importancia para los países que producen bienes de nivel intermedio, como es el caso de España, que los que producen bienes de alto nivel, como Alemania, para los que el precio de venta tiene menor importancia. De hecho la alta apreciación del euro ha sido uno de los elementos que ha jugado un papel importante en la desindustrialización experimentada por algunos países. La otra cara de la devaluación es que se encarecen las importaciones y esto tiene un impacto distinto en función de la estructura productiva de cada país y sus posibilidades de adaptación. Si lo que se importa son bienes que el país es capaz de producir por sí mismo, la devaluación puede además reanimar a la industria local. Pero si el país importa bienes que no es capaz de producir por sí mismo la devaluación encarece los suministros y puede acabar por neutralizar el efecto positivo en el lado de las exportaciones. En el caso de España un elemento importante al respecto es la elevada dependencia energética (petróleo, gas, carbón) y de algunas materias primas (metales, soja, cereales), pero, al menos a corto plazo, la caída del precio del petróleo y otras materias primas puede jugar un papel importante en evitar que la devaluación del euro se traduzca en un alza sustancial de costes. Hay que advertir sin embargo que estos movimientos dependen además de lo que hagan el resto de países con su moneda; si todos responden igual que la zona euro devaluando de facto sus monedas acabaríamos igual que al principio.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Algunas reflexiones sobre la situación de IU. Aportación al debate en "Espacio Plural - Avanza por la izquierda"

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA SITUACIÓN DE IU. APORTACIÓN AL DEBATE EN ESPACIO PLURAL-AVANZA POR LA IZQUIERDA.

La presente nota intenta ser una breve aproximación a la situación de IU aportando algunas ideas de cara a la reflexión general .

1.- La evolución de IU desde la IX Asamblea federal se distingue por la aparición de nuevas circunstancias en el panorama político español que ya no se corresponden con el tipo de diferencias estratégicas que, en mayor o menor medida, existían en esta organización en toda su trayectoria, haya habido o no acuerdos en cada momento en la elección de los órganos internos o en la formación de listas electorales.

El resultado de la X Asamblea federal, con lista única, supuso cerrar con una aparente homogeneidad de criterio el debate de fondo sobre una posible reorientación estratégica ante estos nuevos factores.

La prolongación de la crisis y su impacto en jóvenes generaciones, cuya irrupción en la acción política vino de la mano del 15M, puso en evidencia la brecha entre el formato de intervención y participación basado en partidos de izquierda-sindicatos de clase y las actitudes y tendencias emergentes.

La principal contradicción no parecía ser, en consecuencia, a los efectos del debate sobre las estrategias a seguir, si la crisis fortalecía o no la necesidad de asumir un discurso anticapitalista frente a otros más transversales, como ocurrió en la IX Asamblea, sino cómo traducir en apoyo a IU la reacción de una gran parte de la población en su forma de encarar políticamente la crisis.

2.- Organizativamente, el acuerdo de integración se saldó mediante la configuración de una dirección federal que pivotaba sobre el equilibrio entre dos tendencias fundamentales, y otras más o menos subsidiarias de ambas, pero menores.

Las diferencias más importantes entre estas tendencias no solo eran o son generacionales, sino que se situaban en el modelo de organización, en la forma de la acción política, y en las prioridades programáticas y de acción institucional.  Pero las más importantes, sin duda, son las de carácter teórico y analítico, de las que se derivan las primeras.

Un sector influido por ideólogos que sostienen la tesis según la cual ciertas categorías clásicas han dejado de ser políticamente funcionales, defiende y ha defendido una reorientación de IU a partir de una formulación que desecha para la acción política toda una serie de conceptos fundamentales del pensamiento de la izquierda. La división en clases de la sociedad, y el conflicto subyacente, se sustituyen por la esquematización entre los de arriba y los de abajo. La movilización se entiende a partir del uso de las redes y las nuevas tecnologías de la información. La participación se define sobre la desaparición de las estructuras de control democrático interno que se pretende reemplazar por el peso determinante de los hiperliderazgos. Las propuestas y la elaboración programática por la indefinición y la ubicación de mensajes o "relatos" en los medios de comunicación de masas, en especial en la televisión comercial. La apelación a la emocionalidad en los discursos políticos se convierte en impulso predominante frente al trabajo de elevación de la conciencia crítica y de clase. Sobre todo, no se determinan prioridades de gobierno en función de intereses sociales dispares y en conflicto. Pero de esa forma, entienden, será posible dejar atrás la condición minoritaria de IU para pasar a ser una fuerza ganadora que además sale al encuentro de las nuevas generaciones y de sus preocupaciones principales.

Otros sectores, dentro de la pluralidad general de IU, coinciden en señalar que las necesidades de aproximación a las nuevas realidades sociales que la izquierda sin duda debe abordar no hacen inservibles los ejes explicativos básicos  inscritos en el método y el marco ideológico de la izquierda transformadora, sino que demuestran su vigencia y validez, y no convierten en desechables los modelos democráticos de organización, por más que estos requieran de nuevos parámetros que ayuden a superar problemas reales de fosilización y de patrimonialización de estructuras y de representación institucional. El mantenimiento de la identidad de la izquierda es necesario para retener su anclaje social y político en la mayoría social trabajadora.

Las diferencias que se acaban de señalar presentan, por otro lado, una proyección territorial en las distintas organizaciones federadas en IU. Las llamadas federaciones tienen distintos grados de identificación con las tendencias principales.

La disputa en torno a la ordenación de la lista de IU para las elecciones europeas fue uno de los primeros momentos en que esta tensión se manifestó más claramente después de la X Asamblea. El conflicto en Madrid es, ahora, el punto sobre el que gira de nuevo.

Todo ello se expresa, en términos políticos concretos, en la distinta forma de entender las alianzas y la convergencia con otras fuerzas políticas y sociales para derrotar al Partido Popular.

Si en una primera fase la idea de la convergencia se aceptó casi unánimemente por toda la organización, aunque no fuera concebida exactamente del mismo modo por las diversas sensibilidades internas, en función de la pluralidad de matices y, sobre todo, de las dos grandes líneas de diferencia antes trazadas, fue la aparición de Podemos y su posterior crecimiento en las encuestas el hecho sobrevenido que dimensionó de modo claro cada una de las posturas acerca de cómo llevar a cabo la instrumentación concreta de dicha convergencia.

Lo que para la mayoría se traduce en una voluntad de formar coaliciones electorales con otras fuerzas, o como cauce para la participación de colectivos ciudadanos en las listas que se fueran formando, para otros podía servir para permeabilizar a IU dentro de listas formadas a través de la fórmula de agrupaciones de electores, u otras en las que la identidad o perfil propio no fueran incorporados expresamente a la experiencia unitaria que se generase eventualmente en cada ámbito concreto.

La dialéctica derivada del debate sobre alianzas tuvo su conclusión en la toma de decisiones por la presidencia federal, que situó la intervención electoral de IU en las diversas plataformas que se fueran constituyendo sobre la base del modelo de coalición electoral. Buena parte de ellas fueron apareciendo con el nombre o denominación de “Ganemos”.

En paralelo, el crecimiento espectacular de Podemos como fuerza política que puede ocupar el lugar del PSOE en peso electoral y de representación lleva a los principales líderes de la nueva fuerza a redefinir su incorporación a las iniciativas de convergencia, en lo que llaman “candidaturas ciudadanas”. Su presentación con lista propia en CCAA no está en duda en principio, pero el aterrizaje en las localidades todavía queda enterrado bajo el signo de la ambigüedad.

3.- En este contexto, ante una fuerza emergente con amplia capacidad de concitar un fuerte apoyo electoral a todos los niveles, el planteamiento de la convergencia en las condiciones diseñadas por IU sufre un fuerte impacto. Los términos del proceso se han modificado.

Así, Podemos y sus tácticas y estrategias se convierten en el motor de los posicionamientos internos en IU y el debate se desplaza de nuevo al papel y el status de IU en el tablero político español, ahora en un panorama radicalmente cambiante.

Para unos, la dinámica política se mueve inexorablemente hacia una amalgama de tendencias que confluirán en espacios electorales ciudadanos, en los que la canalización de la presencia en listas electorales y, por tanto, en la ulterior representación institucional, no se realizará por los partidos de izquierda existentes.

Para otros, el cambio de condiciones y el paso a la órbita de apoyo de Podemos de sectores muy amplios de las clases medias hacen incluso más indispensable que en otros momentos históricos la preservación de un sujeto político específico de la izquierda, con independencia de que dicho sujeto lleve o no a cabo, en función de las circunstancias de cada caso, acuerdos con otras fuerzas o espacios del ámbito progresista.

De nuevo la forma de abordar estos cambios, el debate de fondo, se entrecruza con otros fenómenos y conflictos que desafortunadamente se convierten, sea o no en contra de la voluntad de las partes, en cortinas de humo que ocultan la verdadera naturaleza política de los problemas.

Lo cierto es que hay una  parte de IU que defiende un modelo de confluencia con otras realidades políticas y sociales que se acerca en sus bases ideológicas y programáticas al marco teórico y analítico que han desarrollado los principales creadores de opinión que dirigen lo que hoy es Podemos.

Sobre este eje gravita el núcleo central de los problemas internos de IU.

Pero la cuestión es que en este año hay elecciones, andaluzas, municipales, autonómicas, catalanas, generales. No hay tiempo para otra cosa que no sea conseguir la unidad y seguir trabajando. Porque si no hay un punto de encuentro que despeje el camino de árboles que no dejan ver el bosque no hace falta decir lo que sucederá y sus consecuencias para la mayoría social trabajadora.

lunes, 2 de febrero de 2015

Espacio Plural ante la resolución de la Presidencia Federal de IU de 30 de Enero de 2015


ESPACIO PLURAL ANTE LA RESOLUCIÓN DE LA PRESIDENCIA FEDERAL DE IU DE 30 DE ENERO DE 2015

El colectivo Espacio Plural desea hacer públicas las siguientes consideraciones sobre la resolución acordada por la Presidencia Federal de IU, así como en relación a la situación de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid, para conocimiento de la afiliación y con carácter general:  

1. Espacio Plural-Avanza por la izquierda pone manifiesto su valoración favorable de las decisiones adoptadas por la Presidencia federal de IU. Para ello, nos comprometemos en aportar lo que esté en nuestra mano para el cumplimiento sincero y real de lo aprobado por la Presidencia federal el pasado 30 de Enero.

2. Expresamos de forma clara nuestra posición crítica respecto a las posiciones de algunos Coordinadores/as de organizaciones territoriales y miembros de la Presidencia federal alentando la adopción de medidas no contempladas en nuestras normas estatutarias en orden a violentar la autonomía y la organicidad de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid.  

3. Estimamos que las actuaciones de sectores próximos a la candidatura “Recuperar Madrid”, al margen de las normas y de la organización regular de IU, se separan de la búsqueda del acuerdo interno y, por lo tanto, no contribuyen a la alternativa razonada y responsable que nuestra formación política necesita para fortalecerse en el camino compartido de conseguir la derrota política y electoral del PP.

4. Trabajaremos sin descanso, desde el máximo sentido de la responsabilidad, ante el difícil momento que atraviesa IUCM, para que nuestra organización sea capaz de encauzar acuerdos que restablezcan la plena aproximación en lo interno, mediante un acuerdo integrador para la dirección ejecutiva de IUCM, y afrontar el tiempo electoral con el compromiso común de abordar las tareas desde la implicación de todos los sectores y la pluralidad de IUCM. 

5. Solicitamos que a la mayor brevedad se celebre un acto público en Madrid, con la presencia de nuestro Coordinador General, Cayo Lara, y del candidato Alberto Garzón, así como de los principales candidatos de IUCM a la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos, como inicio de despliegue de nuestra acción externa volcada en lo electoral y la cobertura de nuestros/as candidatos/as en las localidades.

6. Por ultimo, nos reiteramos en la voluntad de desbloquear cualquier tipo de obstáculo al acuerdo politico imprescindible, para lo cual, en ultimo término, la convocatoria de una Asamblea General extraordinaria de IUCM, celebrada con la garantía y apoyo de Izquierda Unida federal en cuanto a su organización y desarrollo, podría ser la forma idonea de facilitar la armonización orgánica y democrática de las diversas y legítimas posiciones políticas.