La biografía política de Tarso Genro
es muy conocida, desde su puesto de alcalde de Porto Alegre e impulsor del Foro
Social, hasta su paso por los gobiernos del presidente Lula en tres ministerios
muy importantes, el de Desarrollo Económico y Social, Educación y Justicia, y,
por último, como Gobernador del Estado de Rio Grande do Sul, elegido en primera
vuelta en una coalición de partidos de izquierda (Partido de los Trabajadores,
Partido Socialista y Partido Comunista) y exponente de una corriente en el seno
del PT, “mensaje para el partido”, situado a la izquierda de la mayoría del
mismo. Pero esa biografía no debería ocultar el impulso teórico de Tarso Genro
como pensador y publicista, que es muy importante. Laboralista de origen,
lector de los clásicos de la ciencia política, se ha dedicado fundamentalmente
a reflexionar sobre la crisis de la democracia en el orden global, en la idea
de encontrar respuestas para un socialismo democrático, muy en la línea de
otros pensadores del área lusófona, como Boaventura
dos Santos Sousa o José
Edoardo Faria. Su aproximación a los derechos de ciudadanía
como participación en el Estado y la construcción paulatina de mecanismos de
democracia directa, son elementos básicos de su pensamiento político. En este
sentido, su teorización entronca con la crítica a la democracia de mercado y la
contraprogramación de una radicalización de la democracia que puede culminar en
un nuevo de sistema de tutela del trabajo caracterizado ante todo por la
democratización de todas las instancias de poder, público y privado.
LA CRISIS ACTUAL Y EL FUTURO DE LA DEMOCRACIA COMO
IDEA SOCIALISTA. (I)
Para
entender tanto la crisis del sistema financiero global, iniciada en 2008, como
sus consecuencias sobre los sistemas democráticos del mundo, es recomendable
una reflexión más humilde y modesta que las promovidas desde el ímpetu que
anuncia una crisis final del sistema capitalista. La izquierda que se limita a
pensar el mundo conforme a las categorias usadas antes del final del socialismo
real debe ir más allá de los análisis que apuntaban las disyuntivas clásicas:
transición pacífica o ruptura, reforma o revolución, socialdemocracia o
socialismo proletario, teoria de la dependencia o revoluciones nacionales
democráticas, en aquel período, con apoyo soviético.