lunes, 5 de noviembre de 2012

CRISIS DEL EURO. La UME (Unión Monetaria Europea) en la encrucijada


Doug Henwood (1998):"La UME es una creación de financieros, multinacionales, políticos y burócratas,… si el euro triunfa, representará un serio rival frente al dólar, si falla, puede generar el caos financiero. Y puede fallar debido a sus propias contradicciones internas, o porqué los europeos de a pie finalmente se rebelan contra los banqueros centrales."

Yanis Varoufakis: "Europa está en proceso de desintegración. La crisis del euro opera con la determinación de una colonia de termitas comiéndose incluso los mismos cimientos hasta que no quede mas que un cascarón vacío de lo que había sido, hasta hace poco, un noble y glorioso ideal de Unión Europea. "

El euro, está noqueado, tumbado en la lona y haciendo como que no se entera de la cuenta fatal. La eurozona está rota. En la práctica ha dejado de ser una "unión monetaria" (con condiciones de acceso al crédito similares en toda la zona) para convertirse en un conjunto de economías divergentes que usan la misma moneda.

Opciones posibles:

1.Solidaridad europea

Preservar la Eurozona implicaría transformarla en una unión fiscal solidaria en la que la política fiscal sería coordinada por un tesoro central como en el caso de los EEUU. Sería preciso establecer un régimen de fiscalidad común (evitaría la espiral de dumping fiscal y permitiría la instauración de una fuerte progresividad fiscal) y un amplio presupuesto comunitario con transferencias desde las zonas ricas a las zonas pobre (como ocurre dentro del RU o entre las CCAA españolas).
La nueva Eurozona emitiría eurobonos con lo que desaparecerían los diferenciales de rating y las especulación sobre deuda soberana disminuiría. El BCE, reconvertido en un equivalente europeo de la  FDIC, supervisaría a todas las entidades financieras de la UE (unión bancaria)  y actuaría como prestamista de última instancia en todo el ámbito europeo. Debería producirse una profunda reestructuración de la deuda y el cierre de buena parte de la banca zombi europea. El Banco Europeo de Inversión podría lanzar un basto plan de inversión pública europea (frente a la huelga de la inversión privada) financiándola emisiones de eurobonos.

Pero no se trata solo de una crisis de deuda. Estamos inmerso de lleno en aun crisis sistémica en la que, ante el colapso de la demanda, los monopolios privados se han declarado en huelga de inversión.

Por lo tanto, para que esta opción sea funcional la solidaridad no debería limitarse al nivel regional o interestatal. La solidaridad social es el único motor anticrisis. La nueva unión monetaria debería experimentar una transformación legislativa antineoliberal radical que pusiera coto a la financiarización (reglamentación), la evasión (neutralización de paraísos fiscales), la especulación (tasa Tobin o superior) y la deriva monopolista privada deslocalizadora (efectiva legislación antimonopolios), reforzando la capacidad de la inversión pública frente a la huelga de inversión de los monopolios privados, redistribuyendo la renta y la riqueza y transformando el actual tinglado neoliberal en unos verdaderos Estados Unidos Solidarios de Europa.

2. Intentar mantener la UME neoliberal a toda costa.

Está claro que al euro le quedan las horas contadas. Los países de la periferia han caído en una trampa "euro - decrecimiento - deuda" que conduce irremisible e irremediablemente a la bancarrota.Si Grecia sale del euro, el default soberano será de unos 0,3 billones de € que es el monto de la deuda externa estatal. Pero, además, con la huida de depósitos y préstamos, habrá que añadir los 0,155 billones que los bancos griegos deben al BCE tras las últimas rondas de préstamos baratos (1%) a la banca (el BCE repartiría entre sus miembros las pérdidas en caso de default). En total el BCE ya ha prestado más de 1,1 billones a la periferia (El PIB alemán es de 2,57 billones). La caída de Grecia significará una una huida de los bancos y la deuda soberana de toda la periferia y ni el BCE ni cualquier otra entidad, están en condiciones de levantar un firewall -liquidez a la carta y para todos - los suficientemente grande (2 billones?) para parar esto.

Hay fuertes intereses (a parte de las exportaciones alemanas) en mantener la ilusión de su posible continuidad. Queda carne aún en los países de la periferia antes de lanzar su cadáver por la borda.

El objetivo del aplazamiento es compensar al máximo a los acreedores financieros privados antes de que se produzca el default en cadena. Se trata de aprovechar el margen de tiempo restante para acelerar el traspaso de la deuda privada tóxica al sector público, (España, en eso, va retrasada con respecto a Irlanda), sangrar todo lo que se pueda a los PIIGS, efectuar un rápido vaciado de todo lo público privatizable de la periferia.

Las medidas a implementar pasan por:

a) compras de deuda soberana de países en apuros en el mercado secundario por parte del BCE para rebajar los diferenciales de coste de la deuda e intentar evitar que los mercados monetarios cierren sus puertas a España o Italia como ya hicieran con Grecia (80% de interés sobre los bonos a dos años) Irlanda y Portugal hace unos meses.

b) ampliación ficticia del firewall  o Fondo Europeo de Estabilización Financiera (EFSF), duplicando o triplicando los 440.000 mill € actuales, para desanimar la especulación y dar margen a la acelerada conversión de las deudas privadas tóxicas en deuda a cargo de los contribuyentes (la refinanciación que van a necesitar Italia y España de aquí a 2012 se acerca al medio billón de euros, a lo que habría que añadir otro tanto para el salvataje de la banca privada).
Se están diseñando esquemas al respecto que permitan al EFSF amalgamar préstamos del BCE, los gobiernos e inversores privados. Se ha planteado incluso convertirlo en una especie de CDO para que pueda pedir préstamos por sí mismo. Su papel, en conjunción con el FMI, consiste en salvar bancos a costa de las condiciones de vida de los contribuyentes.

c) Podría, llegado el caso, procederse incluso a la mutualización de la deuda soberana de los países de la unión (eurobonos), mezclando deuda buena con deuda mala, (como los CDOs de las subprime), lo cual mermaría temporalmente la munición especulativa de los mercados pero ello implicaría fuertes transferencias que en situación de depresión no van a ser asumibles por los contribuyentes del norte.

3. Opción nuclear (fisión)

Una desbandada generalizada, un sálvese quien pueda, en la que cada miembro de la UE se buscaría la vida volviendo a su antigua divisa.

Salir del euro implica que España, (o Italia o Portugal, o Bélgica, …) hoy teóricamente solventes en euros, dejarían de serlo a todas luces al tener que retornar euros (o su equivalente en francos, florines o marcos) a cambio de su antigua moneda devaluada. Salirse del euro para estos países significaría la suspensión inmediata de pagos con sólo anunciarlo, con lo que la flota bancaria europea, al completo, se iría a pique.

Así pues la fisión nuclear significaría también la implosión del sistema financiero europeo (y dada la total interconexión existente el marasmo podría resultar global).

La opción nuclear se llevaría consigo a la misma UE, con una espectacular caída generalizada del PIB de los antiguos miembros.
La repentina desaparición del euro, la segunda divisa de referencia mundial, desestabilizaría lo que restaría en pie del sistema monetario internacional.

El total de la deuda soberana de la Eurozona es de unos 11 billones  de los cuales habría que reestructurar unos 4 billones.  A parte del sistema bancario europeo, hay un monstruoso mercado  derivados denominados en euros (185 billones $) que generará una huida a gran escala de capital hacia los EEUU generando una descomunal escalada del precio del dólar (divisa refugio) que desestabilizaría completamente el comercio internacional.

4. Mitosis “controlada” del euro

La opción 4 es la que se estaría diseñando en estos momentos, discretamente (para evitar una huida en tropel de depósitos hacia el norte y un pánico bancario frente a los corralitos en ciernes en el sur) en los cuarteles de las multinacionales y la UE.

Consistiría en una partición de la zona euro “coordinada por las instituciones europeas”. La moneda europea se dividiría entre un euro fuerte (Alemania, Holanda, Austria, Finlandia, …) y un euro débil o periférico (España, Portugal, Irlanda, Italia, ….). Francia dudaría entre ambas opciones y no sería descabellado que optara por volver al franco ante la disyuntiva de perder competitividad (euro fuerte) o soportar la drástica disminución del valor de sus activos financieros en el exterior. La mitosis monetaria también podría soltar lastre (Grecia, ...)

Se aduce que la zona eurodébil ganaría en competitividad. El turismo español sobreviviría sin necesidad de convulsiones en los países árabes y el parque de viviendas sin vender (más e 1 millón) encontraría salida al exterior sin dañar las cuentas de los bancos y cajas zombis que podrían aspirar a obtener la recapitalización que necesitan. Las expectativas de recuperación reanimarían la inversión tanto exterior como interior, volviendo a la senda del crecimiento y reducción del paro.

La UE controlaría todo el proceso para asegurar el mantenimiento de la senda neoliberal, la desunión fiscal, los paraísos fiscales, la consolidación y profundizando los recortes sociales y la subasta de bienes y servicios públicos en beneficio de la banca y de los monopolios privados.

En definitiva, se trata de salvar a toda costa los muebles de la deriva neoliberal, consolidando las posiciones a-sociales adquiridas en el desmontaje del estado del bienestar, la desregulación y la “flexibiliazación” del mercado laboral, durante la fase de la Unión Monetaria Europea.

Las perspectivas de la disolución de la UME, en los casos 3 y 4, dada la anorexia que muestra la inversión privada en un marco monopolista de Depresión Permanente, no son nada halagüeñas, y menos tras la autoamputación constitucional del derecho público a una política fiscal española impuesta por "los mercados".

Un paso atrás para un nuevo Gran Salto Adelante

El fracaso de la UME neoliberal, ejemplifica la avanzada fase de descomposición en la que ha entrado el sistema capitalista. Empiezan a reconocer que la UME fue un planteamiento demasiado ambicioso (a favor de los intereses de los monopolios internacionales) y que es preciso, parafraseando a Mao, un paso atrás para dar un gran salto adelante en la deriva neoliberal por otros caminos menos tortuosos.

El problema, sin embargo, no es la UME, sino la misma deriva capitalista neoliberal, la polarización de la riqueza que ella fomenta y la marginación social de una mayoría creciente de la población del planeta. 21 billones de dólares en estímulos y salvatajes libraron al mundo del colapso en 2009 pero lo único que hicieron en realidad fue posponer el día de la rendición de cuentas. De nuevo las miradas expectantes en la próxima reunión del G-20 en la Costa Azul a primeros de noviembre. La Depresión Permanente ha venido para quedarse y está ahí, presente, con euro o sin él.

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