miércoles, 28 de mayo de 2014

EL 25M. Por un análisis detenido para la orientación de toda Izquierda Unida. Por Carlos Gutiérrez.


EL 25M. Por un análisis detenido para la orientación de toda izquierda Unida. Por Carlos Gutiérrez.

Como era de esperar, cumpliendo un ritual ensayado y apenas acabado el recuento de las urnas, se iniciaba el carrusel de declaraciones de los candidatos y portavoces. Los ganadores, no todos,  anunciando un nuevo tiempo a partir de su triunfo y los otros –los castigados por la voluntad de los votantes-,  rebajando la dimensión de su retroceso a partir de datos y razones  siempre bien escogidos. Tampoco todos en esta ocasión.

Por la brecha abierta por esas primeras declaraciones se internan luego la legión de comentaristas, analistas y tertulianos (estos de enhorabuena dada la cotización que su papel  ha alcanzado en estos comicios en la figura de varios  colegas).

Y finalmente, pero nunca los últimos, dirigentes de partido y cargos públicos, en fase de jubilación o que pelean duramente por su ascenso en el organigrama interno o por su inclusión en las próximas listas,  aciertan también a colocar en los medios su “mercancía”: su análisis de lo sucedido y, por supuesto, de lo que ahora debe hacer su propio partido   que, evidentemente y de manera sospechosa,  siempre coincide con la posición que viniera manteniendo el susodicho previa a la celebración de las elecciones de que se trate.

A todo esto ya estábamos acostumbrados. No le prestábamos mucha atención. Con pocas semanas, a veces días, se iba diluyendo y no quedaba apenas nada de ese nuevo tiempo anunciado, de los atenuantes del fracaso propio ni del tan interesado  como superficial consejo del político a su partido.

Pero en esta ocasión, junto a alguna otra diferencia de calado (la dimisión de alguien siempre nos llama la atención en este país), a poco que lo pensemos, quienes estamos comprometidos con la izquierda podemos encontrar  algo realmente original: ganar y en cambio parecer que se ha perdido.

Sí, claro, me refiero a IU.

Sé que es con la más loable de las intenciones –impulsar la victoria definitiva de la izquierda toda en las elecciones de dentro de un año y poner así final a este ciclo de empobrecimiento de la mayoría social- pero se me ocurre que, en los análisis y artículos de algunos compañeros y hasta dirigentes,  se da por natural y hasta escaso el resultado que Izquierda Unida ha alcanzado en estas elecciones del 25M. Es un error. Basta con ver los resultados de los componentes del Partido de la Izquierda Europea han logrado en otros países. Incluso en países rescatados de verdad. En ninguno se ha multiplicado por tres los votos, el porcentaje y los diputados electos como en España.

Siempre les queda Syriza, claro. Pero su éxito, que es de toda la izquierda, no puede leerse fuera del vía crucis social de Grecia en esta crisis  (solo equiparable con el nuestro desde la demagogia más pedestre) y las características de su entramado institucional y de partidos. Es la excepción y no la regla.

Nada será posible (ni siquiera entendernos) sino es a partir de cierta honestidad en el reconocimiento, sin subterfugios ni medidas palabras, del gran avance y reconocimiento social del proyecto y el discurso de Izquierda Unida  que significan los resultados de las elecciones recién celebradas. Aunque no se compartan ni el proyecto ni el discurso. Ni la candidatura.

En cambio se contemplan los resultados –espectaculares nadie lo discute- de Podemos, o sea de Pablo, con un papanatismo acrítico que descarta siquiera analizar el papel de cadenas privadas en la construcción y éxito del personaje o los mensajes de populismo descarnado que también se cobijan con gran protagonismo en el discurso de la revelación de estas elecciones.

Así no vale. Así nadie nos vamos a creer las recetas que luego  se proponen (las mismas, por otra parte, que los mismos propusieron en 2011 y 2009) y  que se presentan como conclusión de un análisis inexistente lleno de obviedades y falto a de siquiera un amago de rigor.

Y ya puestos, ¿alguno de estos compañeros considera posible cualquier mayoría alternativa  a la derecha austericida sin contar con cierta recuperación electoral del espacio socialista amen, evidentemente, de su reorientación política?

Evitar debates en falso y partir de lo que nos es común, lo que compartimos,  será de gran ayuda para colectivamente afrontar, desde la fortaleza que nos dan los resultados del 25M y la responsabilidad de derrotar al PP y las derechas,  las tareas que tenemos por delante. Aunque sea más lento.

Podemos empezar por analizar detenidamente lo que los ciudadanos y ciudadanas han dicho este pasado domingo.

Carlos Gutiérrez.

1 comentario:

  1. Los resultados son muy buenos, teniendo en cuenta además que los medios condicionan mucho las tendencias políticas y que IU está muy silenciada por los medios. @VigneVT

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