jueves, 17 de julio de 2014

Notas a la encuesta poscensal del CIS

Notas a la encuesta poscensal del CIS

Comencemos recordando una idea sobre la que la Historia tanto insiste en recordarnos como nosotros en olvidarla: el análisis electoral ayuda –si se hace correctamente- pero no sustituye al análisis político. No entender esta relación es como confundir la maqueta del coche con el coche mismo.

Al calor de la Encuesta Poselectoral del CIS los titulares de los mass-media han alcanzado una unanimidad y coincidencia, -ya no sospechosa- en destacar los logros de Podemos y el ninguneo a Izquierda Unida .

No es que la mayoría de militantes y votantes de IU estén presos del síndrome de  Blancanieves (1), como intentaremos demostrar más adelante, pero así nos lo están contando. 
La gran proeza de Podemos versión Supermán junto a la kriptonita de la juventud y sin paternidad conocida se enfrenta al Imperio del Mal versus contrario -opacidad mediante- el  ninguneo de Izquierda Unida.

No vamos a entrar en desentrañar las razones del fenómeno, y menos de su tratamiento mediático, pero sí el NINGUNEO E INTENTO DE OCULTAR LA PRESENCIA DE IZQUIERDA UNIDA.

Vamos a comparar rasgos del perfil y comportamiento de los votantes de Podemos y la Izquierda Plural, para intentar encontrar pistas sobre dónde puede haber diferencias y dónde no.

La encuesta postelectroral del CIS  acumula mucha información. Esto dificulta su análisis, pero también facilita que cada analista entresaque la información que mejor se acomode a su planteamiento previo. Aquí van algunas de nuestras conclusiones que entendemos que no están dominadas por los apriorismos interesados y se contraponen a las que circulan generalmente.

viernes, 11 de julio de 2014

Confluir, pero no disolvernos: que la Dirección de IU se aclare, por Luis Felipe García-Calvo Rodríguez

Confluir, pero no disolvernos: que la Dirección de IU se aclare.

La lectura en ”Rebelión” del artículo “Podemos, la Unión de la Izquierda y más allá”, es la gota que colma el vaso, e impide seguir asistiendo en silencio a la cantidad de dislates que se vienen produciendo en la izquierda alternativa desde la aparición de Podemos en la escena política.

En efecto, la aparición de Podemos, como en su día la irrupción del 15M, precedida de una serie de mareas sociales que respondían masivamente a las manifestaciones más sangrantes de la crisis económica, sobre todo, pero también social y política, desde posiciones generalmente al margen de las organizaciones tradicionales, ha convulsionado todo el panorama político y social. Desde el PP a IU, desde los Sindicatos Mayoritarios a las Asociaciones de Vecinos, etc., la irrupción de Podemos en la escena electoral de las Elecciones Europeas, ha obligado a mover ficha en mayor o menor medida a todos. Y eso es lo que hay que agradecer a los votantes de Podemos, que estoy seguro no eran conscientes de lo que iban a provocar con su desenfadado, y, en algunos casos “cabreado” voto, como hay que agradecérselo también a los que en los últimos días se ha venido llamando “Un grupo de Jóvenes Profesores muy preparados y con una gran capacidad mediática”.

Pero al igual que el 15M apareció con mucha fuerza, aunque como movimiento movilizado y con algunos atisbos de organización, duró lo que puede durar un movimiento Asambleario, que se desvanece como la niebla,  habiéndose convertido en poco tiempo en una caricatura de lo que fue, es conveniente aclarar qué es este fenómeno de Podemos, y determinar su alcance, si no queremos que derive de forma inconveniente, o su fuerza potencial se difumine también como la niebla.

Podemos, aupado en una falla de la Ley Electoral, que para los Comicios Europeos permite reflejar más fielmente la proporción real de las preferencias electorales de la población (frente al juego perverso de la Ley Electoral en los comicios para elegir representantes en el Parlamento Español, diseñado para que estén sobrerrepresentados unos y muy subrrepresentados otros); aupado, también, en la poca importancia que muchos atribuyen a estas Elecciones Europeas; aupados y apoyados por algunos medios de comunicación, que se mueven en unos casos por puros intereses mercantiles, y en otros por interese más espurios; apoyándose, también, en la buena utilización de los medios a los que se les ha permitido acceder, a ese “grupo de Jóvenes Profesores muy preparados”; y apoyados en la orfandad política que muchos desencantados o desesperanzados podían sentir, con más o menos razón, ante el siniestro panorama de agresiones brutales del Gobierno del PP,  muchas veces con la complicidad de la dirección del PSOE, ante el panorama de una corrupción que no cesa de enriquecer sin límites a muchos componentes de la “casta”: políticos, banqueros, sindicalistas…ha conseguido, con un discurso sencillo, por no decir, muchas veces, simple, pero certero respecto a la denuncia, apoyándose en el legítimisimo deseo de participar de los que no han podido o querido hasta ahora, unos resultados electorales modestos pero muy significativos, que tienen la virtud de haber forzado a mover ficha a todos los que componen el panorama político y social de nuestro país.

martes, 8 de julio de 2014

Valoración del resultado de las Elecciones Europeas

Valoración del resultado de las Elecciones Europeas

La izquierda Plural, Podemos y los estudiantes son los colectivos que más valoran los resultados de las elecciones Europeas.

La nota media con que los ciudadanos valoran el resultado de las Elecciones Europeas se queda ligeramente por debajo del aprobado.

Según el último Índice de Opinión Pública (IOP) elaborado por Simple Lógica, partner de Gallup en España, la puntuación que refleja la valoración que los ciudadanos hacen del resultado de las pasadas Elecciones Europeas es de 4,7 puntos en la escala de 0 (muy negativa) a 10 (muy positiva).

No obstante, para completar la información que nos proporciona esa media, hay que señalar que representan algo más de la mitad de los entrevistados (55,2%) los que a la hora de valorar el resultado electoral señalan una puntuación igual o superior al 5 que ocupa la posición central de la escala, reflejando una opinión favorable con respecto al resultado de la convocatoria electoral. En cambio, la proporción de quienes emiten una valoración negativa es de algo más de uno de cada tres entrevistados (34,9%), que suponen los que dan puntuaciones inferiores.

La valoración del resultado electoral, no obstante, presenta apreciables diferencias entre los distintos colectivos de informantes que se pueden  establecer en función de variables de clasificación como la edad, el nivel de estudios, la clase social, la ocupación o la orientación política.

No se registra ninguna diferencia en la valoración en función del sexo de los entrevistados del resultado de las Elecciones Europeas, a diferencia de lo que ocurre en función de la edad.

Efectivamente, la valoración del resultado electoral difiere claramente en función de los años de los informantes. La puntuación que se registra entre los más jóvenes (5,1) es apreciablemente superior a la que se registra en los demás grupos de edad y especialmente en el de 55 a 64 años (4,3). En los demás grupos de edad, las puntuaciones registradas en ocasiones coinciden con la media del conjunto de la muestra y en las demás la diferencia no es prácticamente significativa ya que en ningún caso es superior a una décima.

También son relevantes las diferencias, si atendemos a los resultados registrados en función del nivel de instrucción de los entrevistados, siendo claro que las valoraciones son más desfavorables a medida que desciende el nivel de estudios de los informantes. Efectivamente, mientras entre quienes tienen estudios universitarios la puntuación que refleja la valoración del resultado electoral es de 5,1 puntos, entre quienes tienen inferiores niveles de estudios esa puntuación desciende de forma significativa y llega a ser un punto inferior entre quienes tienen estudios primarios o un nivel inferior de instrucción (4,1).

Atendiendo a la clase social de los entrevistados, también es clara la asociación con la valoración del resultado de las elecciones. La valoración del resultado de la última convocatoria electoral es más favorable a medida que se eleva el estatus social de los informantes, pasando la puntuación de ser de 4,3 puntos entre los de clase media-baja o baja a situarse en 5,1 puntos entre los de clase media-alta o alta.

La valoración también difiere en función de la situación de los entrevistados en cuanto a su ocupación, siendo apreciable el contraste entre unos grupos y otros. La valoración es superior entre los estudiante (5,7) y los ocupados con más cualificación (5,0), en tanto que es notablemente inferior en los colectivos de amas de casa, entre las que no se alcanza la puntuación de cuatro (3,9), y los parados (4,2).

Atendiendo a la orientación política de los informantes también aparecen diferencias apreciables. Centrándonos en las bases electorales de las candidaturas que han conseguido más respaldo en esta convocatoria electoral, se observa un claro contraste entre la puntuación sensiblemente baja que se da entre los votantes del PSOE (4,5) y la que se registra en los colectivos de electores de las otras candidaturas: PP (5,0), UPyD (5,1), la Izquierda Plural (5,5) y Podemos (5,6).

PDF del informe en este enlace

lunes, 7 de julio de 2014

Notas sobre la situación política, por Julián Sánchez-Vizcaíno

Notas sobre la situación política, por Julián Sánchez-Vizcaíno

1.- Las elecciones europeas han trastocado en profundidad el marco de correlaciones del espacio político de la izquierda y el centro izquierda que conocíamos desde 1977. A un despliegue inesperado del populismo se une la caída espectacular del partido que hegemonizaba los valores con los que la mayoría de la ciudadanía progresista se venía implicando en los procesos políticos.

El precipitado que surge con el resultado electoral es de difícil comprensión y asimilación no solo por los actores principales del escenario político-institucional, sino también por los nuevos protagonistas que aparecen como sus directos beneficiarios e incluso por los que se atribuyen la cualidad taumatúrgica de “saber lo que iba a pasar”.

Todavía queda bastante camino por recorrer para caracterizar plena y certeramente el fenómeno, pero nos atrevemos a señalar en primera aproximación algunos de los caminos que, a nuestro modo de ver, podrían contribuir a explicarlo e interpretarlo, para de este modo plantear parte de las tareas necesarias a fin de resituar objetivos y planes de acción desde la izquierda transformadora.

Se advierte, en todo caso, que siendo claramente conscientes de las muchas cuestiones que se van a dejar de abordar, nos inclinamos por manifestar las reflexiones que, por el momento, entendemos más necesarias, dentro de un cierto hilo conductor.

Comencemos recordando que para un sector de las opiniones vertidas en el último mes la evolución generacional del país, junto con la fosilización de sus estructuras formales e institucionales, serían las causas directas tanto de la caída electoral de los dos grandes partidos como de la eclosión de otras fuerzas políticas, sobre todo en el espacio de la izquierda, y del reforzamiento de las particularidades de los subsistemas políticos vasco, catalán y, en menor medida, gallego. Las grietas abiertas en los últimos años en nuestro sistema constitucional y en el modelo diseñado en los años de transición de la dictadura a la democracia habrían pasado así al primer plano de las preocupaciones de un amplio segmento del electorado.

Sin embargo, creemos que el recorrido a transitar para encontrar una explicación plausible a lo sucedido, y especialmente para desarrollar acciones consistentes con vistas a un futuro posible de mayor consolidación y avance de la izquierda transformadora, tiene más estaciones de paso.