miércoles, 13 de marzo de 2013

Italia no encuentra la salida al laberinto, por J. Vicente Díaz.


Italia no encuentra la salida al laberinto

El bueno e incisivo sociólogo J. Vicente Díaz, miembro destacado del equipo habitual de investigación social de Argumentos, nos dedica un artículo en el que reseña las elecciones italianas.

Primero, las elecciones italianas son la consecuencia de un bloqueo de la sociedad italiana que dura ya 35 años, exactamente desde el 9 de mayo de 1978. Esa es la fecha en la que apareció asesinado en una furgoneta Renault modelo 4l, el líder de la Democracia Cristiana Aldo Moro, el  cadáver fue situado entre las sedes de la Democracia Cristiana  y la del Partido Comunista Italiano, con un claro mensaje de corte mafioso. El Compromiso Histórico que planteaban Moro y Berlinguer como forma de desbloquear la situación italiana y afrontar un programa profundo de reformas con un amplio consenso no podía salir adelante.

Los poderes dominantes decidieron que el bloqueo debía continuar y se aprestaron a cambiar todo para que todo continuara igual.

Dejando a un lado las teorías conspirativas, con mayor o menor verosimilitud, solo recordar las declaraciones de la viuda de Aldo Moro y que cada uno saque sus conclusiones. Con posterioridad  al asesinato de Moro su viuda narró un encuentro con Henry Kissinger y un oficial de inteligencia norteamericano que les advirtió sobre su estrategia de introducir al Partido Comunista en el gabinete, con la amenaza:

“Debe abandonar su política de colaboración con todas las fuerzas políticas de su país… o lo pagará más caro que el chileno Salvador Allende”.

Según su mujer Moro quedó tan conmocionado por la amenaza que llegó a enfermar, pensando incluso en retirarse de la política.

Tiene interés recordar estos hechos al calor de las elecciones italianas para reafirmar que Italia es una sociedad bloqueada, pero que ha cambiado varias veces para caer siempre del mismo lado, el mantenimiento de los grupos de poder.

Después de estos hechos vino la tangentópolis. Está operación desmontó la estructura de partidos para que emergiera un Berlusconi populista y una izquierda que inició su desvarío socioliberal bajo la excusa de la Modernidad. En ese tránsito, que llega hasta nuestros días, esta izquierda no solo fue cambiando de nombre y alianzas de nombres, sino que fue soltando de elección en elección las banderas de la izquierda, una bandera detrás de otra con la intención de ofrecerse como alternativa gestora seria de los intereses dominantes, renegando  y abandonando la reivindicación de  un profundo programa de reformas que afectara a los grandes intereses.

La situación seguía bloqueada, pero hubo un gran cambio, se inició la emergencia de la política como espectáculo, esta es la característica más definitoria en el ámbito cultural que marca la transición de un capitalismo fordista al capitalismo neoliberal.
Berlusconi fue el campeón de esta política espectáculo que logró contagiar a todo el espectro político.

¿Pero en qué consiste este cambio cultural?. Muy sencillo, los ciudadanos solo podrían participar en la política votando cada cuatro años, y se tendrían que convertir en consumidores de la política como otro producto más.

La política se convertía en producto para ávidos y pasivos consumidores de novedades como ocurre con cualquier producto.

Se les ofrecía un espectáculo al que podían sacar su entrada y elegir entre el Berlusconismo o el Antiberlusconismo, dos caras de la misma moneda, pero el bloqueo continuaba.

Y en estas llegó el euro y el colapso del capitalismo financiero del 2008. Italia debía dar los pasos ordenados por el sistema financiero internacional, la mejor manera de intervenir fue mandando a Monti con  la amenaza de los mercados y la aquiescencia de la desvariada “izquierda italiana”, operación  facilitada por el Presidente de la República Giorgio Napolitano y el Partido Democrático…..Esta “izquierda” pensó que por fin había llegado su momento, no para realizar las reformas aplazadas durante 35 años, sino para ofrecer su capacidad de gestión seria de las reformas estructurales, lo que traducido quiere decir gestionar la recuperación de la tasa de ganancia insertando al capitalismo italiano en la onda mundial.

Pero no calibró dos hechos que han marcado la reciente historia de la escena italiana, uno que si bien esta “izquierda” se seguía autoreferenciando como centro izquierda, ya no quedaban banderas de izquierda que entregar.

Los italianos no olvidaban que Monti llegó con su permiso y proponían gobernar en alianza con Fini, Casini y Monti, todos contra Berlusconi. Díganme qué programa de izquierdas o mínimamente transformador podía salir de esa alianza.

Y el otro error quizá más grave y de un calado más profundo fue no analizar que la etapa del Berlusconismo y Antiberlusconismo había dejado como un erial la cultura política italiana, ya no quedaban ciudadanos sino consumidores de espectáculo político, y en ese juego Silvio sigue siendo casi imbatible.

Ante este bloqueo, aparece un “Silvio Grillo”, “ni de izquierdas ni de derechas”, que tiene como bandera el rechazo de la escena política tal como se conoce, lo que podíamos traducir como el rechazo al bloqueo político, y ante la falta de alternativas de izquierdas y la ausente recuperación del ciudadano como protagonista del cambio político, engancha con la política del consumidor de espectáculo, renovando el espectáculo de la política. Su campaña y su programa no deja lugar a dudas. Si Berlusconi fue la anti política + Televisión, Grillo es la antipolítica+ internet.

Olvidaron que la política es, entre otras muchas cosas, memoria, y la antipolítica como forma de la política espectáculo es novedad, lo “nuevo”, la propuesta cultural fascista también fue un ordine nuovo.

Pero el bloqueo continua….y las reformas de hace 35 años siguen pendientes y enterradas  con un tiro en la nuca.

PD: Aviso para los que piensan que Italia es una anomalía política, “…es que los italianos son así…..” Solamente recordar que Italia es el único país de nuestro entorno y más allá donde, por enfrentarse a la corrupción moral, política y económica, han sido asesinados, jueces, policías, concejales, diputados, periodistas, ciudadanos.

No todo ha sido Bunga Bunga, mantener el bloqueo ha costado mucha sangre, no fue casualidad que en la Italia del fascismo o la antipolítica + radio, la mayoría de las ciudades del Norte fueran liberadas por el  Comité de Liberación Nacional donde la mayoría eran miembros del Partido Comunista Italiano. No es bueno perder la memoria y buscar lo nuevo como adolescentes venales.
J. Vicente Díaz.

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