Italia
no encuentra la salida al laberinto
El
bueno e incisivo sociólogo J. Vicente Díaz, miembro destacado del equipo
habitual de investigación social de Argumentos, nos dedica un artículo en el
que reseña las elecciones italianas.
Primero, las elecciones italianas son la
consecuencia de un bloqueo de la sociedad italiana que dura ya 35 años,
exactamente desde el 9 de mayo de 1978. Esa es la fecha en la que apareció
asesinado en una furgoneta Renault modelo 4l, el líder de la Democracia Cristiana
Aldo Moro, el cadáver fue situado entre las sedes de la Democracia Cristiana
y la del Partido Comunista Italiano, con un claro mensaje de corte
mafioso. El Compromiso Histórico que planteaban Moro y Berlinguer como forma de
desbloquear la situación italiana y afrontar un programa profundo de reformas
con un amplio consenso no podía salir adelante.
Los poderes dominantes decidieron que el
bloqueo debía continuar y se aprestaron a cambiar todo para que todo continuara
igual.
Dejando a un lado las teorías
conspirativas, con mayor o menor verosimilitud, solo recordar las declaraciones
de la viuda de Aldo Moro y que cada uno saque sus conclusiones. Con
posterioridad al asesinato de Moro su viuda narró un encuentro con Henry
Kissinger y un oficial de inteligencia norteamericano que les advirtió sobre su
estrategia de introducir al Partido Comunista en el gabinete, con la amenaza:
“Debe abandonar su política de colaboración
con todas las fuerzas políticas de su país… o lo pagará más caro que el chileno
Salvador Allende”.
Según su mujer Moro quedó tan conmocionado
por la amenaza que llegó a enfermar, pensando incluso en retirarse de la
política.
Tiene interés recordar estos hechos al
calor de las elecciones italianas para reafirmar que Italia es una sociedad
bloqueada, pero que ha cambiado varias veces para caer siempre del mismo lado,
el mantenimiento de los grupos de poder.
Después de estos hechos vino la
tangentópolis. Está operación desmontó la estructura de partidos para que
emergiera un Berlusconi populista y una izquierda que inició su desvarío
socioliberal bajo la excusa de la Modernidad. En ese tránsito, que llega hasta
nuestros días, esta izquierda no solo fue cambiando de nombre y alianzas de
nombres, sino que fue soltando de elección en elección las banderas de la
izquierda, una bandera detrás de otra con la intención de ofrecerse como
alternativa gestora seria de los intereses dominantes, renegando y
abandonando la reivindicación de un profundo programa de reformas que
afectara a los grandes intereses.
La situación seguía bloqueada, pero hubo un
gran cambio, se inició la emergencia de la política como espectáculo, esta es
la característica más definitoria en el ámbito cultural que marca la transición
de un capitalismo fordista al capitalismo neoliberal.
Berlusconi fue el campeón de esta política
espectáculo que logró contagiar a todo el espectro político.
¿Pero en qué consiste este cambio
cultural?. Muy sencillo, los ciudadanos solo podrían participar en la política
votando cada cuatro años, y se tendrían que convertir en consumidores de la
política como otro producto más.
La política se convertía en producto para
ávidos y pasivos consumidores de novedades como ocurre con cualquier producto.
Se les ofrecía un espectáculo al que podían
sacar su entrada y elegir entre el Berlusconismo o el Antiberlusconismo, dos
caras de la misma moneda, pero el bloqueo continuaba.
Y en estas llegó el euro y el colapso del
capitalismo financiero del 2008. Italia debía dar los pasos ordenados por el
sistema financiero internacional, la mejor manera de intervenir fue mandando a
Monti con la amenaza de los mercados y la aquiescencia de la desvariada
“izquierda italiana”, operación facilitada por el Presidente de la República Giorgio
Napolitano y el Partido Democrático…..Esta “izquierda” pensó que por fin había
llegado su momento, no para realizar las reformas aplazadas durante 35 años,
sino para ofrecer su capacidad de gestión seria de las reformas estructurales,
lo que traducido quiere decir gestionar la recuperación de la tasa de ganancia
insertando al capitalismo italiano en la onda mundial.
Pero no calibró dos hechos que han marcado
la reciente historia de la escena italiana, uno que si bien esta “izquierda” se
seguía autoreferenciando como centro izquierda, ya no quedaban banderas de
izquierda que entregar.
Los italianos no olvidaban que Monti llegó
con su permiso y proponían gobernar en alianza con Fini, Casini y Monti, todos
contra Berlusconi. Díganme qué programa de izquierdas o mínimamente
transformador podía salir de esa alianza.
Y el otro error quizá más grave y de un
calado más profundo fue no analizar que la etapa del Berlusconismo y
Antiberlusconismo había dejado como un erial la cultura política italiana, ya
no quedaban ciudadanos sino consumidores de espectáculo político, y en ese
juego Silvio sigue siendo casi imbatible.
Ante este bloqueo, aparece un “Silvio
Grillo”, “ni de izquierdas ni de derechas”, que tiene como bandera el rechazo
de la escena política tal como se conoce, lo que podíamos traducir como el
rechazo al bloqueo político, y ante la falta de alternativas de izquierdas y la
ausente recuperación del ciudadano como protagonista del cambio político,
engancha con la política del consumidor de espectáculo, renovando el
espectáculo de la política. Su campaña y su programa no deja lugar a dudas. Si
Berlusconi fue la anti política + Televisión, Grillo es la antipolítica+
internet.
Olvidaron que la política es, entre otras
muchas cosas, memoria, y la antipolítica como forma de la política espectáculo
es novedad, lo “nuevo”, la propuesta cultural fascista también fue un ordine nuovo.
Pero el bloqueo continua….y las reformas de
hace 35 años siguen pendientes y enterradas con un tiro en la nuca.
PD: Aviso para los que piensan que Italia
es una anomalía política, “…es que los italianos son así…..” Solamente recordar
que Italia es el único país de nuestro entorno y más allá donde, por
enfrentarse a la corrupción moral, política y económica, han sido asesinados,
jueces, policías, concejales, diputados, periodistas, ciudadanos.
No todo ha sido Bunga Bunga, mantener el
bloqueo ha costado mucha sangre, no fue casualidad que en la Italia del fascismo o la
antipolítica + radio, la mayoría de las ciudades del Norte fueran liberadas por
el Comité de Liberación Nacional donde la mayoría eran miembros del
Partido Comunista Italiano. No es bueno perder la memoria y buscar lo nuevo
como adolescentes venales.
J. Vicente Díaz.
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