lunes, 20 de octubre de 2014

El orgullo de militar en Izquierda Unida, por José Ramón Mendoza

El orgullo de militar en Izquierda Unida

Hay miles de relatos sobre traidores de la izquierda 
y pocos sobre quienes perseveran en la lucha”.

Belén Gopegui. “El comité de la noche”


Estoy orgulloso de estar afiliado a Izquierda Unida desde hace veinte años y también lo estoy de ser concejal de un pequeño pueblo de la Comunidad de Madrid, o lo que es lo mismo, cargo público de esta organización que es mi organización.

Estoy orgulloso de ser lo primero porque  esta organización, mi organización, más allá de sus deficiencias, dificultades y de algunos elementos que se han aprovechado de su afiliación para su beneficio propio, Izquierda Unida es hoy por hoy la única fuerza de la izquierda española y madrileña que con el esfuerzo diario de sus militantes ha mantenido durante años una oposición decidida al neoliberalismo y al bipartidismo ofreciendo a la clases trabajadoras un proyecto político transformador de nuestra sociedad.

Estoy orgulloso de ser un cargo público eso últimamente tan denostado por algunos, y ser lo de Izquierda Unida, así como haber sido elegido para él como miembro de una formación política con identidad propia, con un programa propio y con la cara descubierta y el orgullo de decir quiénes somos, que pensamos y sin más ofertas electorales que las elaboradas por nosotros, eso sí con toda participación ciudadana posible. Pero sobre todo con el nombre de Izquierda Unida por delante. Sí en mi pueblo soy concejal no lo soy por ser quien soy, sino por el esfuerzo de los compañeros de la Asamblea y porque represento a Izquierda Unida, formación en la cual sus votantes ha puesto su confianza.

Izquierda Unida lleva sufriendo ataques de otras formaciones desde siempre, ataques que se agudizan cuando crecemos y nuestras expectativas de voto aumentan. Ataques que suelen venir, tanto de los partidos encuadrados en la ideología neoliberal, la derecha pura y dura y la que, de hecho lo es aunque tenga la “O” en sus siglas, como de otros que, de manera oportunista y/o populista, o aupados por quienes no quieren vernos crecer. Pero si esto es lógico no lo es tanto, o nada, que desde nuestras propias filas se desprestigie la labor de nuestra organización, que es la de nuestros militantes y afiliados. No lo es que se ponga en cuestión nuestra identidad como organización; identidad creada a través de los debates en nuestras Asambleas Federales, Regionales y Locales, así como en sus respectivos Consejos Políticos.

Y eso es lo que se está haciendo y lo más grave es que se lleva a cabo por parte de compañeros que ocupan puestos de dirección y que lo hacen de forma pública aprovechando sus contactos en los medios de comunicación.

Mantener posiciones política en los órganos por muy duras que estas sean, no sólo es legítimo, si no diría que obligatorio para la riqueza del debate y, por lo tanto de las conclusiones del mismo. Pero hacerlo fuera de la organización es algo más que deslealtad al conjunto de los compañeros, olvidando que es gracias al esfuerzo de estos ocupan esas responsabilidades orgánicas o de cargos públicos.

Y dentro de esto sitúo las declaraciones de algunos de nuestros y nuestras compañeros y compañeras con cargos de responsabilidad en le dirección de IU e IU CM cuando con ellas nos quieren diluir en otras formaciones electorales, haciendo así desaparecer nuestra identidad como organización política y social transformadora en aras de un supuesto beneficio electoral –más bien electoralista-, olvidando que nuestros crecimientos, aunque quieran presentarlos como derrotas, en las últimas elecciones locales, autonómicas, generales y europeas, se han debido precisamente a la firmeza de nuestra línea política en defensa de las clases trabajadoras y de todos los afectados profundamente por la crisis; así como por nuestras propuestas para una salida social de esa crisis.

¿He dicho lo olvidan? Rectifico, no lo olvidan. Por ello, para terminar quiero decir claro que, a mi modesto juicio, estas formas de actuar sólo pueden responder a ansias personales, ineptitud o deseo de destruir Izquierda Unida, o a un conjunto de algunas de ellas.

Y termino de verdad. Decía Don Quijote: “…. querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras  propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento;…”

José Ramón Mendoza
Concejal de IU en Hoyo de Manzanares

Miembro del Consejo Político Regional de IU CM

2 comentarios:

  1. Yo si creo que converger, es positivo, sobre todo con los que se han incorporado a la lucha en los últimos años de crisis y aún no han llegado a la convicción de que el origen de todos los problemas que atraviesa la sociedad española tienen su origen, no en la corrupción, que también, sino en el sistema de producción capitalista que dejado a su propio albedrío produce crecientes desigualdades, miseria, destrucción de la naturaleza, etc. Pero también creo que los que, como IU, tienen un Programa que viene a recoger las consecuencias de ese análisis, no deben ocultar sus posiciones, ni jugar como hacen otros a decir que no somos de izquierda ni de derechas con fines electoralistas. Eso es engañar a la gente, engañarnos a nosotros mismos e impedir la evolución del nivel de conciencia anticapitalista de los que lucha.

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  2. José Ramón, gracias por este magnífico artículo.
    Admiro a la gente que estáis ne los pueblos y que mantenéis IU, muchas veces en condiciones muy adversas y en medio de la soledad politica y hasta de la incomprensión social, como sucede en ocasiones. Siempre estamos hablando de las ciudades y pocas nos veces nos acordamos del militante de pueblo, del concejal de pueblo... cuya labor no recibe el reconocimiento que merece. Por eso siento especial simpatía por los compañeros y camaradas de los pueblos. Son de lo mejorcito que tiene IU.
    Por lo demás suscribo lo que dices.
    Un saludo.

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